Nombres, Nombres y... Nombres / Romo, aval 'genético' en política

AutorAlberto Aguilar

EN LOS ÚLTIMOS días el empresario Alfonso Romo ha sido motivo de noticia tanto por la controversia con sus suegros Alejandro Garza Lagüera y María del Consuelo Rangel de Garza Lagüera, como por la organización ciudadana que ahora mismo conforma y por la cual ha visitado 17 ciudades en 50 días.

Romo ha desmentido que pretenda ser Presidente del País. Lo que sí reconoce es que buscará influir en el proceso electoral vía Opción Ciudadana, a través de algún partido por el cual buscaría catapultar a un candidato que reúna un perfil distinto a los que hoy se proyectan. A Jorge Castañeda ya se le desechó.

El empresario nacido en el DF hace 54 años, pero con sus raíces familiares en Nuevo León, se dice "genéticamente" autorizado para asumir una posición más política. Su abuela, de la que recibió mucho de su educación, estaba casada con Gustavo Madero, hermano del ex Presidente Francisco I. Madero. Era el empresario de la familia y uno de los que financió la Revolución.

En lo económico considera que no se puede tener en México una economía de mercado real en medio de monopolios. "Si son míos, los amo, pero como gobernante los odio". Hace ver que América Latina en su conjunto se ha rezagado y que a diferencia de zonas más dinámicas como Asia, hay rencor en las mayorías.

En cuanto al conflicto con su suegro, la información la ha hecho pública en su totalidad. Considera que su familia política se equivocó al canjear su parte accionaria en Seminis, por 220 hectáreas del Desarrollo Omega.

Dice que pocos confiaban en que la compañía productora de semillas tuviera éxito cuando se vendió en abril del 2003. En su caso, retuvo junto a parte de su equipo de administración un 25 por ciento, condicionado a niveles de rentabilidad que parecían imposibles. Se lograron, lo que les reportó una tres veces superior por ese porcentaje, más otro premio por 125 millones de dólares, que comenzará a pagarse en el 2006.

Romo acepta que fue demasiado soberbio al arriesgar incluso su capital personal para comprar 18 compañías de semillas en el mundo, de las cuales 15 son las más reconocidas con 600 años de experiencia de investigaciones acumuladas. Hoy, Seminis es propiedad de Monsanto.

Con un expediente limpio con la banca, puesto que pagó más de 2 mil 500 millones de dólares, va de nuevo por sus fueros. Ya apuesta a proyectos de energía con métodos no convencionales y a otros relacionados con biotecnología.

Al igual que con Seminis, está convencido de que esas áreas son las...

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