En el nombre del diseño
| Autor | Cecilia Núñez |
Los diseñadores de interiores más renombrados del mundo consideran que los espacios y los objetos se idean con el fin de crear estados mentales y emocionales en la gente que los observa.
Hace poco más de 10 años, cualquiera se habría burlado ante la propuesta de que un sitio jugara con luz indirecta y trabajara con aromaterapia. Ahora, los espacios buscan seducir los cinco sentidos, crear su propia atmósfera y, con ella, generar cambios profundos de ánimo.
"Cuando un lugar evoca una emoción, eso se debe al diseño", comenta Claus Sendlinger, presidente de la firma Design Hotels, un concepto que engloba sitios de hospedaje preocupados por reflejar equilibrio entre la arquitectura, el diseño y un exclusivo servicio holístico.
No sólo se trata de la fachada o la decoración: que un hotel ostente una silla Eames en el lobby no lo convierte en un Design Hotel, señala Sendlinger.
"Para ser miembro, tiene que ser un edificio consciente y autosustentable. Debe saber incluir la esencia del lugar donde se localiza, fusionarla con una atmósfera propia y con un servicio personalizado, de reconocimiento y, sobre todo, que la experiencia y el carácter del personal sean la carta de presentación", agrega.
Design Hotels recibe más de 400 aplicaciones anuales de hoteles que buscan pertenecer a la firma, y acepta menos del 10 por ciento.
En la actualidad, hay 170 miembros en 41 países, hoteles con conceptos individuales en cuyos pasillos se logra sentir el trabajo apasionado y artístico de sus creadores.
Según Sendlinger, los viajeros actuales buscan un hotel que se maneje con compromiso, pasión y sensualidad. Que tenga una historia que contar y, más que ofrecer bienestar, que interactúe directamente con las personas que lo ocupan.
"Al interactuar me refiero, por ejemplo, a sillones sensibles al calor del cuerpo humano, que se iluminen según el calor generado. Me refiero a un diseño interior capaz de percibir los estados mentales y emocionales de los usuarios, midiendo los latidos del corazón y la frecuencia respiratoria, y que con esa información se ilumine la habitación y se genere la aromaterapia que se necesite, ya sea para relajar o llenar de energía. Hablo de un futuro muy próximo en el diseño de interiores", señala Sendlinger.
Estancias de placer
No sólo del renombre de grandes diseñadores gozan estos hoteles, sino de toda la magia que en ellos hay y que intensifica las emociones de cada uno de los viajeros.
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