'No sabían qué hacer con él'

AutorMargarita Vega

MÉXICO.- Rodrigo García Álvarez murió hace casi dos años por no recibir atención médica especializada y oportuna por las graves quemaduras que sufrió cuando el avión que transportaba al entonces Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y otros funcionarios federales cayó en la calle por la que caminaba.

Al fallecer, contaba con apenas 28 años.

Guadalupe Álvarez, madre de Rodrigo, asegura que, de haber contado con la atención adecuada, no habría muerto.

"En la Cruz Roja me decían que a qué hospital quería que lo llevaran porque no sabían qué hacer con él", relata la mujer luego de asistir a la inauguración del Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados.

"Siento un consuelo que ahorita haya (un hospital especializado en quemaduras) lo que mi hijo no pudo tener".

Después del accidente, Rodrigo fue llevado por un desconocido a la Cruz Roja, desde donde fue trasladado al hospital Nicolás San Juan, en el Estado de México.

"Era un lugar muy chiquito, que no tenía ni banco de sangre ni nada para piel ni muchísimas cosas. Nosotros nos tuvimos que convertir en el escritorio para guiar lo que había que hacer. Lo que sí fue maravilloso fue la respuesta de los civiles para donar sangre"...

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