?No se quedará así, mi hijo no es un animal?

XALAPA, Ver., agosto 30 (EL UNIVERSAL).- Con honor y lealtad, el joven Leonardo Velasco Bruno empuñó su fusil para enfrentar al sicariato de ?La Familia Michoacana?, ?El Golfo?, ?Los Zetas? y ?Jalisco Nueva Generación?; pero desde septiembre del año pasado ni la institución armada a la que pertenece ni su familia lo han vuelto a ver enfundado en su uniforme verde olivo.

Al ingresar al 87 Batallón de Infantería en Martínez de la Torre (norte de Veracruz), el hijo de cafetaleros cumplía su sueño de formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); tres años después su familia y autoridades ministeriales lo buscan con la esperanza de que siga vivo.

Desde que fue aceptado en el Ejército logró formar parte de escoltas de capitanes y fue comisionado en desplazamientos para enfrentar al narco en Michoacan, Reynosa, Tamaulipas; Monterrey y Veracruz.

?Desde niño era su mentalidad?, lo recuerda su madre, quien habla desde algún punto del estado de Veracruz. El encuentro fue difícil, pero la familia tomó valor para buscar a uno de las 753 personas que tienen reporte de desaparición en Veracruz.

La ama de casa y el productor de café veían cómo aquel amor por defender a su patria crecía en su hijo. Buscaron disuadirlo porque, decían, ser militar no era tarea fácil.

?No ma?, yo quiero ser militar. Es mi sueño, quiero ser eso?, les contestaba.

Al hombre que se pasaba el día pizcando y tostando café a pleno sol no le quedó más que apoyarlo. Acompañaron al muchacho al 87 Batallón de Infantería a presentar documentos y 15 días después fue aceptado.

?Al principio decía que estaba bonito, pero cuando salió a misiones decía: ?Ma? ahora que yo veo cómo es el militar es algo duro, ahí se está uno jugando la vida en cada instante??, agrega la mujer.

?Secretos.

En una ocasión, Leonardo cometió la imprudencia de contar a su mamá uno de sus peores enfrentamientos en Reynosa, Tamaulipas, pero cuando vio el dolor y el terror en su rostro decidió guardarse sus secretos. ?Hagan oración por mí y es en lo único que nos pueden ayudar?, pidió.

A los dos años que su hijo participaba en desplazamientos (operativos tácticos), detectaron que tomaba alcohol con más frecuencia. Su padre le recordó que entró sano y sin ningún vicio, por lo que si seguía así debía abandonar al Ejército.

??No, no lo abandonaré??, contestó. ?Ya me entregué en cuerpo y alma a nuestra bandera?.

En la memoria de los padres, los números, fechas y las horas exactas tienen un significado...

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