Que no te penalicen
| Autor | Tania Romero |
Recibir una beca y no concluir tus estudios no implica penas como cárcel o historial negativo en buró de crédito; sin embargo, sí hay consecuencias importantes y en algunos casos debes devolver parte del dinero que recibiste.
Conacyt
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), organismo que más apoyos da con casi 60 mil becarios actualmente, no obliga a regresar el dinero a quien no concluye sus estudios; sin embargo, hay gente que ha devuelto hasta 2 millones de pesos, pues la pena a la que se enfrenta quien abandona el posgrado es que no puede volver a competir por una beca u otro apoyo del mismo tipo.
"El reglamento de becas tiene un espíritu muy noble en el sentido de buscar ser un programa de apoyo, de fomento y estímulo", comenta Pablo Rojo, director de Becas de Conacyt.
"El Consejo no actúa como una instancia autoritaria que presione o quiera sancionar a los becarios, más bien, hemos aprovechado esta retroalimentación -de quienes abandonan los estudios- para tener una mejor selección de candidatos".
Si alguien que dejó el programa inconcluso quiere volver a competir por una beca u otro apoyo, como el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Rojo precisa que deberá devolver los montos de manutención, colegiatura y seguro médico.
"Tuvimos el caso de un investigador que actualmente trabaja en Estados Unidos, que tuvo éxito con sus estudios y nos reembolsó cerca de 2 millones de pesos del apoyo que en su momento recibió. Él quería cerrar el ciclo adecuadamente e incorporarse al SNI", comenta.
En cambio, Daniel, también ex becario de Conacyt, se considera vetado del entorno académico en México, pues siguió recibiendo el apoyo económico a pesar de que abandonó sus estudios de doctorado en Robótica, en la Universidad de McGill, en Montreal, Canadá.
"Mi castigo es que en México hacer una carrera académica me sería muy complicado: si quisiera continuar ya no tendría beca de Conacyt ni para posdoctorado. Mi idea era hacer vida académica para ser investigador, eso ya lo saboteé".
Daniel comenzó a recibir el apoyo de Conacyt en el cuarto año de su doctorado, y, en total, se le daría por dos años, pero empezó a tener problemas con su tesis.
"Fue una decisión muy difícil. En algún momento ya me daba pánico, cuando decía: 'Esto no va a salir, no veo por dónde'. Pensar en renunciar... traía una ansiedad brutal", describió.
Conacyt no tiene cuantificado el número de becarios que desisten de los programas y siguen cobrando la beca, ya que...
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