No son Óscares para México
| Autor | Samuel Adam |
El cine hecho por mexicanos, dentro y fuera de México, ha cobrado relevancia y reconocimiento. Películas, documentales y cortometrajes han llamado la atención en todo el mundo.
Después del éxito de Alfonso Cuarón en los Óscares del año pasado, la ceremonia de hoy en el teatro Dolby de Los Ángeles la encabeza por segundo año consecutivo la cinta de un mexicano: Birdman, con nueve nominaciones, empatada con El Gran Hotel Budapest. De éstas, cinco nominaciones son directamente a mexicanos: Mejor Película, Director y Guión Original a Alejandro González Iñárritu; Mejor Fotografía a Emmanuel Lubezki y Mejor Edición de Sonido a Martín Hernández.
De 2000 a la fecha, distintos directores han sido premiados en los festivales más importantes de la industria cinematográfica por historias mexicanas, incluidos Cannes en Francia y la Berlinale en Alemania.
Sin embargo, el cine mexicano aún no compite en su propio país con el cine extranjero, que acapara más del 90 por ciento de la asistencia nacional, en su mayoría producciones hollywoodenses.
José Felipe Coria, director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, asegura que el cine vive una especie de momento mexicano, como hace algunos años fue el momento coreano, soviético, chino o africano, lo cual forma parte del desarrollo natural de la industria global del cine.
Para el académico, sin embargo, el cine mexicano tiene presencia en el mundo gracias a sus personajes, no a su industria, la cual vivió su mejor momento hace 60 años y hoy no se compara con Hollywood.
"En Estados Unidos, una película barata puede costar entre un millón y tres millones de dólares, pero estamos hablando de una industria que produce el porcentaje estándar de 20 a 50 millones de dólares. ¡Eso es carísimo!", comenta.
Según el también crítico de cine, la industria mexicana funciona de manera artesanal, ya que se produce la película sin llegar a un nivel de recuperación, a veces incluso a fondo perdido.
Las cifras de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine) lo confirman: el ingreso de taquilla en México en 2014 fue de 906 millones de dólares, menos de una décima parte de lo recaudado en Estados Unidos (9 mil 378 mdd).
Y sólo un 9 por ciento fue generado por el cine mexicano. Esto quiere decir que, por cada dólar recaudado por películas mexicanas en el país, más de 100 dólares entran a la industria estadounidense en su territorio, sin contar lo recaudado alrededor...
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