No sólo importa el tamaño

SAN SEBASTIÁN DE BERNAL.- Protegida por un perpetuo guardián, cuya altitud multiplica en 200 veces la altura de una persona, Bernal es sinónimo de vida tranquila... y longeva.

No en vano, se dice que aquí la esperanza de vida es muy superior a la media del País, y son muchos quienes atribuyen este fenómeno a la Peña, donde cada equinoccio de primavera acuden miles de turistas -muchos de ellos chilangos- en busca de aire limpio y una recarga de baterías vitales.

"A veces llega tanta gente que tenemos que pedirles que se esperen unos minutitos aquí abajo, para que se desocupe el recorrido", cuenta Vicky, quien está a cargo del registro de visitantes en el inicio de la ascensión.

Ella calcula que cada año pueden ser alrededor de 80 mil personas quienes visitan el peñón, al cual se puede ascender caminando hasta un mirador o escalando, hasta la cima, siempre que se tenga el equipo adecuado o se vaya en un grupo de alpinistas experimentados que organizan las subidas.

Ya abajo, en las calles del Pueblo Mágico, son varios los atractivos que merecen una visita, como la Capilla de las Ánimas, el Templo de La Santa Cruz, el Castillo o la Parroquia de San Sebastián.

Esta última, de cálidos colores y construida a comienzos del siglo...

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