'No me gusta vivir de los recuerdos'
| Autor | Francisco Ortiz |
ATIZAPÁN.- En casa es sibarita y amante del jazz, sus cuatro hijos son profesionistas egresados del Tecnológico de Monterrey, y conoció a su esposa cuando cursaba el bachillerato: un hogar funcional para todo- hombre.
Durante 40 años ha mantenido otro hogar fuera de casa: los campos de futbol americano a los que ha entregado gran parte de su vida.
Es Enrique Borda, el head coach que logró el campeonato de liga mayor de la ONEFA para los Borregos Salvajes del Estado de México, quien la semana pasada recibió el nombramiento como entrenador del año.
"Antes de la final les dije a los jugadores que debíamos cerrar el negocio, que no podíamos vivir solamente de sueños, trabajamos mucho para ese día, para ese triunfo", reconoce el entrenador en jefe de los borregos mexiquenses.
Desde hace 30 años reside en Rincón Colonial, un fraccionamiento de ambiente campirano al sur de Atizapán, que frecuentemente es utilizado para la filmación de cortes comerciales o capítulos de telenovelas.
"Cuando llegamos aquí la zona era muy tranquila", admite Borda, "bueno, sigue siendo un lugar muy bonito aunque con más gente, yo aprovecho la zona para salir a correr".
Al terminar los entrenamientos en el Corral de Plástico, la casa de los lanudos mexiquenses, el profesor Borda vuelve a su hogar para comer acompañado de su esposa Maricarmen Barssé.
La dieta incluye pastas, verduras y buenos vinos, ocasionalmente hay lugar para platillos japoneses como el tepanyaki.
"Vivimos ocho meses en Italia, cuando mi esposo entrenaba a los Leones de Bergamo, los hizo campeones de Italia y Europa, y fue ahí donde adquirimos el hábito de comer pastas y verduras", recuerda la señora Barssé.
Luego de reposar los alimentos, el coach Borda prepara a su perro labrador "Whooper", que lo acompaña a correr los 7 kilómetros diarios que recorre por la avenida López Mateos, en las inmediaciones del Club de Golf Bellavista, o por el Cerro de la Cruz de Calacoaya.
"Correr me ayuda a disminuir las presiones del día, regreso a casa más tranquilo para ver televisión o algún libro de liderazgo que suelo recomendar a mis muchachos", explicó Borda.
En casa del entrenador hay un lugar especial para la música, su género predilecto es el jazz y nunca faltan los discos compactos de Quincy Jones.
"Mi padre fue músico y siempre me inculcó el gusto por la música, particularmente me incliné por el jazz", comenta Borda.
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