No es juego

AutorVania Arzola

Si la próxima vez que adquieras un juguete más para tu hijo eliges uno de una empresa socialmente responsable, con ello también estarás apoyando a otro niño, al planeta o a un grupo desfavorecido de la sociedad.

Pero, ahí no para la buena causa. Como indica Erik Peña, encargado de mercadotecnia de Build-A-Bear, con una decisión así, tu hijo también aprende valores como amistad, respeto, honestidad y perseverancia.

"Es muy importante que, desde chiquitos, el padre les inculque eso y que se den cuenta de que otras personas pueden requerir el apoyo de alguien más", dice el directivo.

"Es la parte donde nosotros participamos siempre, le ponemos todas las herramientas al papá o la familia para que puedan apoyarse de eso y se trate de volver mejores a sus hijos para ser más sensibles".

Build-A-Bear apoya a niños de escasos recursos, y también dirige su atención a organizaciones de pequeños con cáncer, con papás en reclusorios o en orfanatos.

"En siete años que lleva la marca en México hemos apoyado a más de 3 mil niños. También, desde hace dos, participamos con la Selección Mexicana de Atletas Paralímpicos; todos acuden a nuestras tiendas a hacer un osito de peluche antes de que vayan a competir", explica.

Además, a través de la Fundación Greenshines ayudan al medio ambiente y el hábitat de diversas especies como el lobo gris, los koalas, pandas y elefantes; y hay líneas especiales que, en función de las compras, hacen donaciones a causas ecológicas.

Basados en el compromiso social y las ganas de inculcar valores positivos, Fisher-Price ha establecido varias colaboraciones, por ejemplo, con la Fundación Pies Descalzos, que promueve la cantante Shakira, y han...

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