No es cosa de juego

SEÑOR FUTBOL/ Redacción

Toda la preparación que recibe un futbolista durante la semana, queda a prueba el día del partido, fecha en la que aunque no parezca, pueden llegar a perderse hasta cuatro kilogramos de peso, y recorrer distancias de hasta 11 kilómetros.

A lo largo de los 90 minutos de un partido de alto nivel, los futbolistas realizan un esfuerzo importante que cobra su precio si no se está bien preparado.

Estudios señalan que cada deportista recorre entre 7 mil 500 y 11 mil metros sobre el terreno de juego en cada encuentro. Las distancias varían según la posición del futbolista en el campo, siendo los mediocampistas los que suelen desplazarse más metros.

Descontando todos las interrupciones en las que el balón no está en movimiento, se estima que en cada partido se disputan una media de 60 minutos de juego efectivo. De estos 60 minutos, cada jugador está desplazándose entre el 20 y el 40 por ciento del tiempo, lo cual se traduce en entre 12 y 24 minutos.

En este periodo se contabilizan una media de 3 kilómetros de caminata y 7 de carrera, que a su vez se descomponen en un 64 por ciento de carrera lenta o aeróbica, un 24 por ciento de carrera a un ritmo medio y un 14 por ciento de carrera de alta intensidad.

Juan Carlos Gómez, médico del Espanyol de Barcelona, señala en sus apuntes que el futbolista tiene un alto gasto de calorías.

"A un ritmo competitivo alto, el futbolista consume una media de 600 kilocalorías en cada hora de esfuerzo, esto se traduce en un gasto calórico de entre mil y mil 200 kilocalorías por partido".

El galeno añade en qué deben de consistir las comidas previas al juego.

"Normalmente consiste en jugo de naranja, bollos, tostadas, queso, jamón de pierna, mermelada, miel y yogurth".

La última comida

Después del desayuno, el equipo realiza un paseo de una media hora. La finalidad de esta caminata es ir creando ambiente de grupo e introducir a los futbolistas desde el punto de vista psicológico a la competencia que se va a disputar por la tarde. Tras unas horas de relajación, los futbolistas realizan otra comida, que se aconseja que tenga lugar entre dos y seis horas antes del partido.

"Suelen tomar una ensalada y un...

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