'Yo no creo en Santa Clos'

AutorImelda Robles

Luz María y Fernanda tienen una risa contagiosa mientras juegan con latas de comida vacías. Las llenan de tierra y agua, y luego dicen que pronto estará listo el arroz y el café.

"Les digo que no desperdicien el agua", dice Lorena Berenice Juárez, mamá de las niñas, "porque no tenemos, pero bueno, sólo es poquita y ellas con eso son felices".

La mayor es Luzma, de 6 años, quien siempre responde antes que Fer, de 5. Brandon, su hermano, tiene 11 años. En él contrasta su timidez con lo extrovertidas que son sus hermanas.

"No, yo no creo en Santa Clos", expresa Luzma, "bueno, si existe entonces lo quiero ver, porque aquí nunca ha venido".

Viven en el ejido Las Delicias, en Galeana, donde el alimento es escaso, por eso sus papás piden ride para llegar a San Rafael, poblado a 40 minutos en auto. Ahí compran frijol, arroz, sopa, masa para tortillas y huevo.

"Es para lo único que nos alcanza, porque lo demás está muy caro. La carne y eso está muy caro", comenta Lorena, de 26 años.

José Fidencio Alejandro, de 29 años, es el papá de los pequeños. Trabaja en la pizca de papa y recibe unos 600 pesos por semana.

Las carencias no limitan a los niños. Luzma y Brandon quieren ser maestros, y Fernanda, doctora.

"Me encantaría que los tres tuvieran los sueños que ellos quieren de ser doctora y la otra, maestra, y el otro, maestro", expresa Lorena, quien al igual que su esposo sólo estudiaron la primaria.

Esta Navidad puede ser mágica con tu apoyo. Luzma y Fernanda desean una muñeca que hable con chupón, y una bicicleta. Brandon sería feliz con una bici y un balón.

Los tres necesitan ropa. Brandon...

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