No habrá bronca

RÍO DE JANEIRO.- La antorcha olímpica de Río 2016 aterrizará en Brasil en poco más de 15 días y aún no está claro si será la Presidenta Dilma Rousseff la encargada de recibirla.

Con el "impeachment" contra la Mandataria en pleno, los organizadores de la cita olímpica intentan minimizar el impacto de la crisis política.

En declaraciones a METRO, el director de comunicación del Comité Organizador Río 2016, Mario Andrada, afirmó que hay preocupación entre los organizadores por el futuro del país, pero sin aterrarlos.

"Es evidente que una crisis (política) de esta magnitud nos preocupa, pero no nos amedrenta, no nos causa pánico".

Los Juegos Olímpicos, que arrancan en Río de Janeiro el 5 de agosto, están en segundo plano.

Con la peor recesión en décadas -la economía se contrajo un 3.8 por ciento en 2015 y podría ser peor este año- y con una gravísima inestabilidad política que podría acabar con la destitución de Rousseff, nadie en Brasil parece estar al pendiente del mayor acontecimiento deportivo del planeta.

El Estado de Río de Janeiro está prácticamente en bancarrota, lo que ha afectado, por ejemplo, a las obras de extensión del Metro.

Son 14 kilómetros de ampliación...

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