Ya no aguantan tanto asalto
Estudiantes y vecinos de la Colonia Mitras Centro temen por su integridad física y emocional a causa de los constantes robos.
Los ladrones, que siguen haciendo de las suyas en diferentes puntos de la ciudad, están atacando en la zona de la Campus Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde los alumnos tienen que cuidarse las espaldas.
Este problema en las últimas semanas se ha agudizado, ya que se ha incrementado los robos a casa habitación, departamentos y a personas que transitan por el sector.
Existen algunos casos que se han publicado en redes sociales en donde las víctimas cuentan experiencias en las que los ladrones entran a sus departamentos a robar objetos de valor. Incluso han subido fotos de los presuntos ladrones.
Al caer la noche, los futuros profesionistas de las diferentes facultades del área, son los que más se inquietan al sentirse acechados por los delincuentes.
Brenda, de 20 años, mencionó que ha sido víctima de las 'ratas', ya que un día al salir de la escuela, se dirigía rumbo a la estación Hospital del Metro cuando un hombre con un cuchillo la amenazó y le dijo que le diera todo lo que traía, la joven asustada y nerviosa le aventó su celular y el ladrón se dio a la fuga.
"Cuando me salió por aquí por esta calle (Calle Silao) me dio mucho miedo y lo primero que se me vino a la mente fue aventar el celular al piso, y me fui corriendo porque en la mochila traía mi lap (computadora portátil) y no quería que también me la quitara", explicó Brenda.
Otro caso es de una alumna de odontología, de 22 años, quien prefirió omitir su nombre, quien indicó que hace un par de meses fue asaltada al salir de la escuela y cruzar la calle para dirigirse a una tienda de conveniencia ubicada en la Calle Irapuato.
Explicó que una camioneta tipo Van con hombres en su interior, le gritaron que le diera su teléfono celular, al momento que la víctima se encontraba hablando con sus padres.
"Cuando estaba hablando con mis papás para que vinieran por mí, pasó la camioneta, se medio estacionó y me dijo que le diera mi celular, sin pensarlo se lo aventé por la ventana y me metí a la tienda", agregó.
"Aquí ya en la nochecita da miedo porque la luz de las calles no es tan fuerte y se ve oscuro aunque estén prendidas".
Los malandros no tienen hora para atacar, porque en las mañanas, tardes o noches hacen de las suyas en diferentes puntos del sector, en su mayoría a estudiantes, sin dejar a un lado a trabajadores, profesionistas y...
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