Nick Clegg / Nuevas políticas

AutorNick Clegg

Hay varias líneas imaginarias que la gente utiliza para dividir el mundo: Oriente-Occidente; norte-sur; países desarrollados y en vías de desarrollo; los países llamados "emergentes" y los que -queda implícito- ya deben haberlo hecho.

Para mí, el mundo actual se comprende mejor con una división diferente: la que hay entre las sociedades abiertas y las cerradas.

Las sociedades cerradas miran hacia adentro, favorecen el proteccionismo económico y se mantienen lejos de los asuntos internacionales; son más susceptibles a fuerzas insulares y extremistas. Por otro lado, las sociedades abiertas optan por la democracia y la libertad internas, y el compromiso y el libre comercio responsable al exterior.

México y el Reino Unido son sociedades abiertas. Por eso estoy aquí, al frente de una delegación de ministros de Gobierno y altos empresarios británicos.

Nuestros países tienen una mentalidad común: un espíritu plural, democrático e internacionalista. Reconocemos que en un mundo cada vez más interconectado, nuestra prosperidad y seguridad dependen más y más una de la otra. Y en este mundo esa afinidad no se puede derrochar.

El mensaje del Reino Unido hoy es claro: deseamos un nuevo capítulo en las relaciones con México, nexos económicos más profundos, aprender de las experiencias del otro, trabajar hombro con hombro en la escena mundial.

Es una asociación evidente. Por lo menos debe serlo. Pensemos en el comercio: el Reino Unido posee redes comerciales en casi cada rincón del planeta. Somos el quinto país comerciante del mundo -una puerta hacia los mercados de Europa, Medio Oriente y el Norte de África-.

Por otro lado, México es la estrella comercial en Latinoamérica, con más intercambio que Brasil y Argentina juntos, y una economía joven, urbanizada y dinámica. El Banco Mundial lo identificó como el país con el que es más fácil hacer negocios en Latinoamérica. La OCDE determinó lo mismo para el Reino Unido en Europa.

Aún así, mi país ocupa menos de 1 por ciento de las importaciones de México. Nos hemos dejado rebasar por la competencia -Alemania, España y Países Bajos-. Las exportaciones de Brasil al Reino Unido son más del doble que las de México. No podemos desaprovechar las oportunidades.

Las cosas no siempre fueron así. En el siglo 19, mi país ayudó a México a construir su infraestructura. Los mineros de Cornwall trabajaban en las minas de plata. Sus puertos y ferrocarriles se construyeron con nuestro acero. Y en la actualidad, donde nuestros...

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