Ángel de la guarda

TENOSIQUE.- FRAY TOMÁS frena bruscamente la marcha de su camioneta blanca a medio camino del tramo de 60 kilómetros que une El Ceibo con Tenosique, en el sureste de Tabasco.

Regresa de la frontera con Guatemala, donde atestiguó cómo los coyotes y bandas organizadas cobran cuotas a los migrantes para burlar el puesto de control fronterizo en lanchas o rodeando un cerro.

A un grupo de hombres y mujeres hondureños con rostros inexpresivos y miradas cansadas que caminan en el borde de la carretera les grita sin más: "súbanse atrás, los llevo a la casa del migrante".

Tienen los zapatos gastados y cargan pequeñas mochilas al hombro.

Mientras saltan a la caja apretujándose, el coordinador de la casa-hogar para migrantes La 72, Tomás González Castillo, se baja de la camioneta, abre la puerta del asiento trasero y saca su hábito de franciscano que desdobla y viste en un santiamén.

Usa la túnica café característica de la orden de San Francisco de Asís como un escudo humanitario contra la cruda realidad del edén mexicano.

A sus 40 años, Fray Tomás es una más de las "Ovejas Negras", como se conoce al grupo de hombres de fe que arriesgan su vida por hacer menos sufrido el paso de miles de migrantes clandestinos en México.

No tiene escoltas, teléfono inteligente, ni sistema de radiolocalización. Sólo guarda en su viejo celular los números de las comisiones nacional y estatal de Derechos Humanos.

En los 3 años y medio que lleva en Tenosique ha acumulado un triste historial de hostigamiento y acoso.

Ha sido retenido por militares, denunciado penalmente en cinco ocasiones -tres de ellas por el propio INM, por los delitos de obstrucción de la autoridad y difamación- y amenazado de muerte.

Historial que él acepta con resignación: "estamos para servir".

En julio de 2010, cuando sus superiores le pidieron dejar su cargo de formador de franciscanos en Izamal -un pueblo mágico de Yucatán- para atender a los migrantes en la Parroquia de Cristo Crucificado, en el centro de esta ciudad tabasqueña, sus compañeros bromearon diciendo que lo mandaban de Disneylandia a Irak.

Con una pequeña cámara empezó a hacer visibles las atrocidades cometidas por las mafias contra los centroamericanos y los operativos inhumanos de la migra mexicana.

En mayo de 2011 confrontó personalmente al entonces delegado del INM en Tenosique, Jorge Mendoza Cruz, quien había abusado sexualmente de una menor de 15 años a cambio de regularizar su situación migratoria.

Mendoza respondió denunciando...

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