Por New Hampshire

MANCHESTER (EFE).-Los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos aprietan al máximo el acelerador de cara a la elección primaria de Nueva Hampshire de mañana martes, que puede ser vital para el resultado de esta campaña que tiene como meta la Casa Blanca.

La lucha se ha reducido ya a dos duelos, el que mantienen por el lado demócrata el Vicepresidente Al Gore y el ex Senador Bill Bradley, y la pugna republicana entre el Senador John McCain y George W. Bush, Gobernador del estado de Texas.

En ambos casos, Bradley y McCain necesitan ganar para poder demostrar que pueden ser auténticos rivales de los favoritos Gore y Bush, quienes cuentan con el respaldo decidido de la maquinaria de sus partidos.

Este pequeño estado, donde oficialmente comienzan las elecciones primarias que definen a los candidatos demócrata y republicano, es por lo general el termómetro que mide la fuerza de cada aspirante, ya que casi nunca un Presidente logra llegar a la Casa Blanca sin ganar esta primaria con holgura.

Esto se debe a que Nueva Hampshire es uno de los pocos estados donde pueden votar todos los ciudadanos, no sólo los votantes registrados de cada partido. Por ello, la votación mide hasta cierto punto lo que puede ocurrir en una elección real.

Conscientes de que un buen comienzo aquí es fundamental, los candidatos están poniendo toda la carne en el asador, con millones de dólares en anuncios televisivos y miles de voluntarios haciendo campaña puerta por puerta.

Entre los demócratas, Bradley pide...

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