Tiempo de Negocios/ La historia negra de Aviacsa y el riesgo latente de repetir el caso Taesa

AutorDarío Celis Estrada

El caso de Aviacsa guarda tantas similitudes con el de Taesa, que la autoridad debería poner especial atención al desempeño de esa compañía para evitar desenlaces como el que protagonizó el equipo de Alberto Abed.

Aviacsa tiene tres etapas. La primera como Aviación de Chiapas, una empresa propiedad del Gobierno del Estado que alcanzó su máximo esplendor en la época de Patrocinio González Garrido.

Por contravenir la política del Estado que promovía la privatización de empresas públicas, Carlos Salinas de Gortari obliga a González Garrido a vender la aerolínea. Esto sucedió hacia 1992.

Curiosamente la parte compradora, el Grupo Ceiba, era encabezado por el ex Gobernador chiapaneco y Luis de Pau, el ex presidente de la Caja de Jubilaciones y Retiros de ASPA, gremio al que desfalcaría.

Durante esta segunda etapa Aviacsa se caracterizó por confeccionar una flota moderna. Se tenían cuatro jets BAE y pronto se incorporaron otros cuatro Fokker. De hecho sirvieron de presentación para Mexicana, que a la postre los sumaría.

Sin embargo, González Garrido y De Pau tuvieron que vender por la presión de que fueron objeto. El primero ya como Secretario de Gobernación y el segundo como defraudador de ASPA. Ambos se fueron a Francia.

Estamos hablando ya de 1995, cuando deciden vender Aviacsa en casi 6 millones de dólares. La parte compradora fue Aeroexo, una empresa especializada en vuelos charter basada en Monterrey propiedad de Alejandro Morales Mega.

Justo ahí empezaría el declive de Aviacsa. Por principio de cuentas, el regiomontano empezó a sustituir aviones. De contar con aparatos de tercera generación se pasó a aeronaves con edades promedio de 35 años.

Se hicieron de Boeing 727 y más tarde DC-9. Banpaís, entonces propiedad de Angel Rodríguez Sáez, financió las compras. Después dichos préstamos, estimados ya en unos 100 millones de dólares, pasaron a engrosar el Fobaproa.

Morales Mega, nos dicen, hace más de tres años que no vive en México. Radica en Houston para atajar una eventual orden de aprehensión no sólo por sus adeudos con el Fobaproa, sino por el desfalco a la casa de bolsa Arka.

Es su hermano Eduardo Morales el que ahora lleva la voz cantante en Aviacsa. A partir del 98 el empresario ha impulsado una política depredatoria con la finalidad de mantener la rentabilidad de la compañía.

Sin embargo, la estrategia ha sido nefasta. Con aviones 727 que son regularmente para rutas mayores a dos horas, se cubren itinerarios que llegan a los 13...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR