Negligencia, corrupción y delincuencia: Frenos al desarrollo.
Negligencia, corrupción y delincuencia: Frenos al desarrollo.
Es innegable la importancia del gobierno dentro de un Estado de Derecho, ya que al tener el monopolio
de la fuerza y ser el único legitimado para imponer coactivamente sus determinaciones, se convierte en un
requisito esencial para el desarrollo social de las personas. Pero siendo el gobierno una institución creada
por personas, es susceptible de errores y mal uso del poder.
Negligencia, corrupción y delincuencia tiene que ver directamente con el ejercicio de la autoridad. Estas
prácticas desafortunadamente son reiteradas, permitidas y en algunos casos necesarias, como el comercio
informal que representa una válvula de escape de la situación económica del país.
Es dentro del gobierno mismo donde se gestan estos frenos al desarrollo de todos los mexicanos. Hemos
visto como la negligencia de las autoridades, tanto del ámbito estatal como del federal le han costado el
patrimonio a cientos de miles de tabasqueños que vieron arrasados por el agua sus pertenencias que con
años de esfuerzo fueron construyendo y que en cuestión de horas fue destruido, pudiendo dicha catástrofe
haber tenido consecuencias mucho menores si se hubieran realizado las obras que estuvieron
presupuestadas desde hace varios años.
Esa seguridad que se supone el Estado garantiza y es el objetivo principal del mismo, ha sido superada.
Queda claro que el Estado mexicano está siendo rebasado por las amenazas que enfrentan sus habitantes
desde desastres naturales, violencia producto del narcotráfico, robos, fraudes, etc...
La corrupción que infesta, no sólo a los cuerpos policíacos, sino a funcionarios de los más altos niveles de
gobierno, tanto municipal, estatal y federal, quienes en ejercicio del mandato de la ciudadanía aumentan
exponencialmente su patrimonio durante el tiempo que ostentan el poder y que son protegidos por los
siguientes que ocupan el cargo, que en muchos casos deben a los primeros el sustituirles en el mismo, es
una atrocidad que debería avergonzar a todos aquellos que por ver incrementados sus ingresos desprecian
el valor que tienen como personas y la trascendencia de ser únicos e irrepetibles con tal de saturar sus
arcas con dinero que no les pertenece y que fue producto del trabajo de otros a quienes supone debían de
servir y no servirse de ellos.
Por último, la delincuencia que es por excelencia el principal freno al desarrollo social derivado de la
impunidad en la que viven los delincuentes, la nula readaptación de aquellos pocos que son consignados
por algún delito, la falta de tecnología para combatir la delincuencia, la carencia de valores dentro del
personal que integra los cuerpo policíacos, la precaria situación económica en la que viven millones de
personas, sirven como impulsos a esta actividad que representa uno de los mejores negocios de la
actualidad, todo ello con la complacencia del propio Estado.
¿Cómo quitar estos frenos al desarrollo? Atacándoles de frente con educación, transparencia y
preparación. Como se ha dicho siempre la educación desde la infancia es una vacuna en contra de la
delincuencia. Por otro lado, la transparencia de los actos de gobierno da una certeza a los gobernantes de
la exacta aplicación de los recursos públicos en beneficio de todos. Por último, la preparación que deben
tener los gobernantes y los principales funcionarios públicos, ya que la trascendencia de sus actos afectan
a toda la sociedad y una desatención de su parte puede ocasionar graves daños a las personas que están
llamadas a servir. Que no se les olvide a los servidores públicos que están aquí para servir a la sociedad y
los mandatarios están aquí para hacer lo que el pueblo ordena, ellos tienen que cumplir con el mandato de
la sociedad y no la sociedad cumplir los caprichos de sus gobernantes.
Con educación, transparencia y preparación iremos quitando los frenos que limitan el desarrollo del país.
Libremos a nuestro México de la negligencia, la delincuencia y la corrupción y para ello es necesario un
gobierno fuerte y comprometido con todos los mexicanos.
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