Nadie me Preguntó pero... / Drogas y trampas

AutorJavier Alarcón

Es infecundo el número de deportistas que recurren a estímulos artificiales para mejorar su nivel de rendimiento, aun a costa de atentar contra su propia salud.

El fenómeno es imparable; casos de menores de edad con el consentimiento de los padres nos revientan en la cara el marcadísimo final de una "era de la inocencia" que hace muchas décadas inicio. La ansiedad por la dolariza provoca niveles de inconsciencia mortales. Aún bajo este terrible escenario internacional que ya nada tiene que ver con el obsoleto concepto de "juego limpio", no es admisible el hecho de que los controles antidopajes en Europa requieran a los atletas a cualquier hora del día y cualquier día de la semana como si de sentenciados con libertad provisional se tratara.

Nada puede justificar tal medida, ni cientos de casos de atletas tramposos del más alto nivel. Justificar en cualquier sitio un toque de queda porque la violencia es incontrolable por las autoridades, no ha demostrado bajar en ningún lado los índices delictivos...

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