Myriam Vachez / Sectas en Francia

AutorMyriam Vachez

La reciente condena de la rama francesa de la Cienciología, culpable del delito de "estafa en banda organizada" por haber abusado financieramente de adeptos vulnerables, demuestra que no ha menguado el escepticismo francés hacia ésta y otras agrupaciones que son catalogadas como sectas, contrariamente a lo que sucede en los Estados Unidos, donde se les llama religiones y se les otorgan todos los beneficios (fiscales, entre otros) a los que tienen derecho en ese país.

Tampoco ha menguado la observación que sobre ellas ejerce en todo momento la Misión Interministerial de Vigilancia y de Lucha contra las Derivas Sectarias, creada en 2002 para "prevenir el mayor número de los riesgos inherentes a ciertas prácticas peligrosas para la libertad, la integridad física y mental y la dignidad del hombre".

La sentencia judicial en contra de la Cienciología incluía el cese inmediato de sus actividades en Francia, sentencia que quedó sin efecto, para regocijo de los abogados defensores, por una ley aprobada en mayo que impide la disolución de las organizaciones condenadas por estafa.

Pero esto tampoco puede ser considerado como un triunfo para la organización ya que, en el fondo, su existencia legal es lo que le permite al Gobierno mantener el control sobre la misma: prohibir sus actividades sería abrir paso a la ilegalidad y, por tanto, eliminar el acotamiento legal que permite detectar derivas a tiempo. Y esto, en Francia, tras el largo camino recorrido para lograr hacer que compaginen, no sólo en la ley sino también en la práctica cotidiana, la garantía de los derechos republicanos con la de absoluta libertad de creencia, sería impensable.

Porque una cosa es que se practique el culto que se prefiera, y se crea en lo que se quiera creer, y otra muy diferente el que, como Gobierno, se lave uno las manos cuando los miembros de una secta se suicidan masivamente o son asesinados (Templo Solar en Suiza y Canadá, 1994) o participan en atentados mortíferos (Aum en Tokio, 1995) o simplemente aíslan a sus adeptos y les hacen creer que comunican con extraterrestres (raelianos) o que tienen que entregar absolutamente todo su patrimonio (Moon) para poder llegar a la paz espiritual y a todos los altos fines que persiguen sus gurús, maestros, líderes o como llamen a sus respectivos "iluminados".

En 1985, el parlamento francés, preocupado por el fenómeno de las sectas, publicó un reporte bajo el título "La sectas en Francia: expresión de la libertad moral o factores...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR