Myriam Vachez / Obama en pie de guerra

AutorMyriam Vachez

La semana pasada, el discurso de Obama sobre el estado de la Unión sorprendió a todos. Al respecto, el Washington Post subraya que normalmente los candidatos son más ambiciosos que los presidentes, pero Obama, al inicio de su segundo mandato, se está comportando precisamente al revés. Y es que nadie esperaba, supongo, ver al presidente tan combativo, tan agresivo, tan decidido a pelear, ahora sí con todas sus fuerzas y aun sin mayoría en el Congreso, por lo que considera correcto y debido para el país, para el medio ambiente, para la economía y, por supuesto, para la gente, los más desfavorecidos, ciertamente, pero también y sobre todo esas clases medias que son, según lo ha afirmado en varias ocasiones, el verdadero motor del crecimiento económico de los Estados Unidos.

"Imaginen por un momento que el presidente Obama se las arregla para que se apruebe cada uno de los programas que propuso el martes en la noche", dice el citado periódico. "En un par de años, todos los niños de 4 años tendrían acceso a la escuela maternal. El salario mínimo federal sería de 9 dólares -más alto de lo que ha sido, después de los ajustes inflacionarios, desde 1981. Habría un programa que limitaría nuestras emisiones de carbono y una amplia inversión en infraestructura para elevar la calidad de nuestras carreteras y puentes. Los impuestos serían mayores, las armas serían más difíciles de adquirir y los inmigrantes indocumentados tendrían una ruta hacía la ciudadanía. América sería un país marcadamente diferente".

Al igual que el analista del Washington Post, varios medios de comunicación norteamericanos, reconociendo el arrojo del presidente Obama, consideran que prometió de más; lo políticamente posible pero también lo políticamente inverosímil, y coinciden con su conclusión: "De alguna manera, lo más notable del discurso fue lo que no estaba en él: Nada". En cuanto a los conservadores republicanos, ni se diga: eso de usar la retórica emotiva (¡excelente y muy exitosa, por cierto!) para pedir un voto por cada víctima de las armas de fuego en el sentido de regular su venta, eso de pretender seguir aumentando los impuestos de los más ricos e incrementar el salario mínimo y a la vez negarse a realizar más recortes en el gasto público, va en contra de todas sus convicciones, mismas que no parecen estar dispuestos a seguir haciendo a un lado y menos después de haber accedido en diciembre, muy a regañadientes, a un...

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