Myriam Vachez/ El Papa y sus retos

AutorMyriam Vachez

Primera de dos partes

A Paula Leitao y Verónica Cayón, alegres e incansables

La semana pasada, Juan Pablo II cumplió 81 años, con más de 22 de papado. Mientras se lleva a cabo en Roma el consistorio extraordinario (el sexto convocado por el Papa) que ha levantado tantas expectativas por el momento en que se desarrolla y por la amplitud de los temas a tratar, al grado que se han manejado expresiones como "precónclave" o "miniconcilio", mientras tanto decíamos, siguen corriendo los rumores con respecto a una supuesta renuncia espectacular del Papa ante todos sus Cardenales (aunque éste ha declarado en repetidas ocasiones que el término de su misión divina no le pertenece) o, escenario mucho más realista, a la creación para asistirlo de un "consejo de regencia" formado por algunos Cardenales muy cercanos a él, capaz de suplirlo en caso de impedimentos físicos demasiado graves para que pueda continuar con su misión.

Por tanto precónclave no es, pero tampoco miniconcilio, a pesar de que voces autorizadas, como la del Cardenal Carlo María Martini, se elevan regularmente solicitando se convoque a una amplia asamblea deliberativa para enfrentar sin más demoras todas las "dificultades doctrinales y disciplinarias" que padece la Iglesia actualmente, ¡y que son muchas!

Por lo pronto, lo que parece que se está discutiendo en el Vaticano son principalmente las cuestiones de funcionamiento interno, candentes y nunca tratadas en común, con posibilidad de criticar abiertamente y proponer reformas al centralismo de la Iglesia, a los abusos de poder de la Curia, etcétera... Y otros asuntos que, para mi gusto, son más del interés general y parecen ser de los temas que preocupan profundamente al Papa: el bloqueo del diálogo ecuménico (con los ortodoxos) y la "disociación" de los fieles en relación con algunos puntos de la doctrina católica; por citar algún ejemplo, mencionemos el alejamiento cada día mayor de los católicos en casi todo el mundo de los preceptos de moral sexual y conyugal enseñados por la Iglesia.

El bloqueo del diálogo con los ortodoxos, la variante cristiana más cercana al catolicismo, es algo que debe mortificar mucho a Juan Pablo II dada su vocación ecuménica, mil veces demostrada y comprobada y sobre todo a su esperanza tan grande de lograr reconciliar lo que llama "los dos pulmones del cristianismo", el occidental y el oriental, el latino y el bizantino. Pero me parece lógica, precisamente por la cercanía: es más fácil encontrar puntos de...

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