La música que llegó para quedarse / La canción maldita

AutorGuadalupe Loaeza

"La melancolía es el placer de estar triste"

Victor Hugo

No, no la escuchen por favor. No les conviene, sobre todo hoy domingo. Dicen que escucharla una sola vez es suficiente para sentir una extraña melancolía y ésta, claro, puede llevarnos a una profunda depresión, un dolor moral insoportable, acompañado de un sentimiento de culpabilidad atroz, lo cual provocaría un desmoronamiento del alma. No, por favor, no la escuchen especialmente si es domingo, no en balde el compositor eligió este día para escribir la que ya es mundialmente conocida como "la canción maldita".

Qué tan nefasta ha de ser que hasta las autoridades la prohibieron. Se llegó a esta conclusión cuando se supo que las personas se mataron durante o después de escuchar la canción, haciendo referencia a ésta en sus notas suicidas. Más de ocho suicidas fueron encontrados con una hoja con la letra de la canción en sus manos. Cuentan que hay más de 100 casos de suicidios relacionados con la canción.

Confieso que para escribir este texto tuve que escucharla, pero nada más soporté este sacrificio hasta llegar a la mitad de la canción. Tal vez mi error fue haberla escuchado en la versión de Billie Holiday, su voz y su estilo para interpretar cualquier canción me pone invariablemente triste. Pero es que la canta tan bien.

Sunday is gloomy,

My hours are slumberless

Dearest the shadows

I live with are numberless

Little white flowers

Will never awaken you

Not where the black coaches

Sorrow has taken you

Angels have no thoughts

Of ever returning you

Wouldn't they be angry

If I thought of joining you?

En seguida me dispongo a traducir para ustedes al español lo que tal vez intentaron leer en inglés:

Mis horas son de insomnio

Las más queridas sombras

No sé cuánto voy a vivir

Pequeñas flores blancas

Nunca te van a despertar

Sin importar a dónde vaya

el carro fúnebre

la tristeza ya te habrá llevado

Los ángeles no tienen

pensamientos

Y nunca te regresarán

¿Estarían molestos

si yo pienso en unírmeles?

Hasta allí pude llegar. Era tal mi tristeza para ese momento que no pude más y oprimí el botón de off de mi aparato. En seguida llore y llore. Lloraba por la tristeza de todos los que se habían suicidado por haberla escuchado un domingo como hoy. Pero, sobre todo, lloraba al imaginar el sufrimiento que seguramente le había causado al compositor escribirla. Él se llamaba Laszlo Javor, era pianista y compositor autodidacta, y escribió la letra en memoria de una novia suya, quien como única despedida...

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