Museos replantean sus medidas de seguridad tras Zona Maco

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 14 de febrero)Alida PiñónCIUDAD DE MÉXICO, febrero 21 (EL UNIVERSAL).- La Galería OMR determinó que la destrucción de la obra "Nimble and Sinister Tricks (to be preserved without scandal and corruption"), de Gabriel Rico, fue un accidente y, por ello, no tomará acciones en contra de la crítica de arte Avelina Lésper. Y advierte: "Los accidentes suceden cuando te expones a riesgos, como es el caso con las acciones de la señora".

El 8 de febrero Lésper acudió a Zona Maco y, según su testimonio difundido en un video, acercó una lata de refresco vacía a la obra de Rico, hecha con vidrio templado, dos pelotas, una pluma, un cuchillo y una piedra. En ese instante, aseguró, la obra implosionó. OMR publicó en sus redes sociales que no podía entender "cómo una supuesta crítica profesional de arte, destruyó una obra". El suceso provocó una gran discusión en redes sociales y en espacios museísticos y culturales.

Este viernes OMR agradeció en Facebook la respuesta de la gente e informó que tras conversaciones con el artista, llegaron a la conclusión que la obra se perdió porque sufrió daños irreparables y aseguró que más allá de la especulación, "éste incidente desafortunado fue accidental". Además hizo un llamado: "Solamente, (a menos que esté explícitamente descrito) por favor ¡no toquen las obras!".

En México no hay referencias claras de otro incidente que haya terminado en el daño o destrucción de una obra, como sí ha ocurrido en museos en Europa. Por ejemplo, en 2018 un visitante rompió una de las famosas esferas azules de Jeff Koons en la Iglesia Nueva de Ámsterdam.

Sin embargo, los riesgos siempre están latentes y los museos han tomado diversas medidas para redoblar la seguridad. El caso más reciente es lo ocurrido en "Zapata después de Zapata", donde campesinos amenazaron con destruir la obra "La Revolución", de Fabián Cháirez. Tras las protestas y agresiones al interior del Palacio de Bellas Artes, el Museo tuvo que duplicar su número de custodios, permitir el acceso por grupos y cámaras de seguridad.

Sobre estos riesgos, reflexionan las curadoras Ana Elena Mallet y Paula Duarte, y Mónica Amieva, subdirectora de programas públicos del Museo Universitario de Arte Contemporáneo.

Duarte, coordinadora del Campo de Estudios Curatoriales de la Maestría en Historia del Arte de la UNAM, sostiene que lo ocurrido en Zona Maco fue una interacción intrusiva. "En los museos hemos estado pendientes...

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