De otro mundo

La ciencia ficción y la música se fusionaron ayer gracias a la creatividad de Muse, que sorprendió con un show futurista diseñado para su Drones World Tour, que arrancó oficialmente anoche en la Ciudad de México.

El fastuoso diseño de producción, inspirado en espectáculos como The Wall, de Roger Waters, y el 360°, de U2, sorprendió por su originalidad y despliegue tecnológico a los 25 mil fans que abarrotaron al Palacio de los Deportes.

Un escenario circular, iluminado y giratorio en medio del domo, atravesado por un enorme pasillo en forma de flecha de dos cabezas, permitió una visión panorámica para que nadie perdiera detalle de lo sucedido en el templete.

Para reforzar esta sensación se colocó una pantalla gigante cilíndrica justo arriba de la banda, empotrada en una estructura metálica que sostuvo un mecanismo de luces en carrusel y 12 drones en forma de globos de cantoya blancos y gigantes.

Desde las 21:40 horas y con los cánticos de "Drone", el inmueble se cimbró debido al despliegue de producción, sobre todo cuando los objetos esféricos comenzaron a volar sobre la gente y Matthew Bellamy irrumpió en el escenario con su guitarra.

Y aunque "Reapers" y "Psycho" sacudieron el piso por los saltos enloquecidos del público, lo deficiente del audio se hizo evidente desde un inicio.

Pero esto no mermó el ánimo de los fans, en su mayoría jóvenes veinteañeros que corearon cada uno de los temas, fumaron mariguana sin reparo, aventaron vasos de cerveza con desenfreno y pasaron la...

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