Rebanadas/ Del mundial y más cosas
| Autor | Cony De Lantal |
De plano ahora si que AMLO se voló la barda al prohibir que los bares abrieran sus puertas para transmitir el partido de México contra Italia, según López Obrador para evitar que los aficionados se embriagaran... ¿? Ya debería saber que esto no es impedimento, ya que mientras negó los permisos para que ellos abrieran, lugares como el Sanborn's y Conditori recibieron a los aficionados, quienes disfrutaron del empate de México y de su pase a cuartos de final mientras desayunaban.
Pero eso no es todo, me resulta irónico además que el bar de Sanborn's estaba abierto y te servían lo que querías tomar. La verdad me parece una medida un tanto fuera de la realidad, el que quiere tomar toma y se prepara desde la noche anterior.
Por cierto, el gremio restaurantero ahora sí que se quedó en la banca y no pudo obtener ganancias con este partido que definía el rumbo de nuestra selección, y se quedaron más frustrados que Blanco al enterarse ayer en la nota que publicó REFORMA de las ganancias millonarias que dejó el encuentro anterior. En fin, veremos que pasa con el próximo partido de la selección.
Rico, pero va empezando...
Ya me había dado cuenta de la apertura del nuevo Sofía, en Altavista 142, en las instalaciones remodeladas de lo que fuera el Braserie Q, y con teléfono 5616-1835. La verdad es que no lo había visitado antes, pues me habían dicho que siempre estaba lleno, pero esta semana fuimos a cenar un grupo de amigos para festejar a uno de ellos.
El lugar es completamente diferente a lo que fue. Todo decorado en amarillo mango, con sillas tejidas y hojas de parra pintados en las paredes y en los portaservilletas, le dan un aire relajado y menos formal.
Los señores ordenaron una botella de Montepulciano de 277 pesos que estaba estupendo.
Como no era muy temprano que digamos, a la hora que empezamos a ordenar, decidimos no pedir nada al centro y cada uno escogió un platillo diferente. El festejado pidió los raviolones rellenos de espinaca y queso ricotta en salsa de champiñones de 89 pesos; su esposa, aunque suele cenar sólo una hoja de lechuga, en esta ocasión se animó a probar el carpaccio e funghi con queso parmesano de 99 pesos, que dicho sea de paso, fue el platillo desangelado de la noche, pues las finas rebanadas de sirloin, no tenían sabor alguno y en su lugar, el color rosado que caracteriza a este platillo era más bien color vino.
Mi compadre el comerciante ordenó un delicioso salmón a la leña en salsa de azafrán sin precio en el menú, y...
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