Multiplican mentadas
| Autor | José Alonso Torres y Pablo Sepúlveda |
El que se lleva, se aguanta.
El Gobernador les mentó la madre el miércoles pasado; ayer, miles de inconformes con sus acciones se la regresaron, en versión corregida y aumentada.
Si las ofensas siempre se hacen presentes en las manifestaciones, las declaraciones que Emilio González Márquez les dedicó a quienes no están de acuerdo con sus acciones, despertaron el ingenio de los asistentes a la segunda marcha en contra del donativo de 90 millones de pesos prometido al Santuario de los Mártires.
Mantas, calcomanías, pancartas y playeras pintadas con crayones. Todo se valía para colgarle al Gobernador insultos y calificativos, nomás santo no le dijeron.
La columna, que llegó a sumar más de 2 mil personas, que avanzó desde la Universidad de Guadalajara calentó motores frente a la Rectoría, ahí a Carlos Briseño Torres le tocaron sus trompetillas e insultos por haber invitado al 'Góber Precioso', Mario Marín, a su informe. El Rector anda en China, pero alguien le pasará el recado: un "regaño" por andar invitando a la "Legión del Mal" fue lo que le dejaron en oficio sellado de recibido en la puerta de la Rectoría.
Dicen que el diablo nada más se aparece donde no ve cruces. Precavidos, un grupo de universitarios y perredistas, como el dirigente electo del sol azteca, Raúl Vargas, prefirió esperarse y sumarse a la marcha en la esquina de Juárez y Pavo, total, la bronca era con Emilio. El diputado Enrique Alfaro y el ex candidato a la Gubernatura Enrique Ibarra, arrancaron la marcha desde su origen.
La presencia de Esteban Garaiz sorprendió. El ex vocal de la Junta local del IFE afirmó que no acudía a cuestionar al Gobernador, sino a defender el Estado laico.
Pareciera como si la marcha la hubiera organizado Paquita la del Barrio y no organismos civiles: inútil, rata de dos patas, sinvergüenza y otros "piropos" se escuchaban en contra del Gobernador.
"Se pide a los manifestantes que por favor cuiden sus celulares, los panistas andan bravos", dijo un hombre en uno de los megáfonos, provocando las risas de quienes lo escucharon.
"Emilio, te deseo lo triple de lo que me deseaste a mí", decía una pancarta; "Emilio, la educación se mama, ¿eso mamaste?" se leía en otra, aunque la más repetida era la más directa: "Emilio, chingas a tu madre".
Los perredistas traían una manta amarilla que rezaba "Y tu mamá también", aunque gustosos...
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