De múltiples personalidades
| Autor | Cecilia Núñez |
Enviada
Más allá de tomar un coctel en la terraza de un bar, ir de compras a la avenida Lincoln Road o disfrutar del ambiente playero de Miami Beach, hay que aventurarse por un recorrido a la caza del Art Déco entre Ocean Drive y la avenida Collins, dejarse envolver por el calor latino de la Pequeña Habana y descubrir los rincones más secretos y exclusivos de esta ciudad.
DE 11:00 A 14:00 HORAS
RECORRIDO ARQUITECTÓNICO
Un paseo por Ocean Drive y la avenida Collins permite zambullirse en la historia de los hoteles, residencias y edificios que hicieron célebre a South Beach, todos construidos entre los años 30 y 40, y que hoy están cuidadosamente restaurados.
Nombres de arquitectos famosos que diseñaron estructuras con este estilo, como el de Albert Annis, Henry Hohauser y Murray Dixon, engrandecen a construcciones clásicas como el Hotel Leslie, el Cardozo, el Winter Haven o el Commodore.
Esta es la única zona en Estados Unidos nombrada como Distrito Histórico Nacional, y se lo debe a sus 800 edificios erigidos en este estilo arquitectónico rico en líneas rectas, cubos, esferas y trazos simples; abundancia ornamental en relieve, y blancos inmaculados o tonos pastel.
Toma nota: hay que ir al Art Déco District Welcome Center, donde se organizan caminatas guiadas para escuchar la historia de las construcciones más representativas o para rentar una
audioguía y hacer el recorrido por cuenta propia.
www.mdpl.org
DE 14:00 A 17:00 HORAS
CON 'TUMBAO'
Los migrantes cubanos que llegaron a finales de los años 60, recrearon una probadita del sabor isleño en un barrio al que nombraron Pequeña Habana.
En la Calle Ocho, la avenida principal de este barrio con alma cubana, las mujeres caminan moviendo sus caderas bajo vestidos floreados y los hombres visten guayaberas y platican en español mientras fuman un habano.
Aquí, hay que comer un plato de ropa vieja (carne de res desmenuzada) con un guarapo (jugo de caña) en la cafetería Pinareños, mirar cómo fabrican habanos en Cuba Tobacco Cigar Company y jugar en el Parque Dominó.
El recorrido termina fumando un habano Romeo y Julieta en el cruce de la Calle Ocho con la Avenida 13, a los pies del monumento a José Martí, en el que se lee: "La libertad no se mendiga. Se conquista con el filo de un machete".
Toma nota: hay que pasear por sus rincones. El Restaurante Versailles es un legendario lugar de auténtica comida cubana y La Casa de los Trucos vende todo tipo de curiosidades, máscaras y disfraces.
www.disfrutami...
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