Las Mujeres, Presentes en la Producción Mezcalera

* Han figurado en al menos cuatro puntos de la cadena productiva de la bebida

Por Soledad Jarquín Edgar, corresponsal

Oaxaca, 22 Sep (SemMéxico).- La presencia de las mujeres en la cadena productiva de mezcal era en apariencia, y hasta hace poco tiempo, un trabajo ajeno. Sin embargo, la realidad es otra, porque desde hace muchos años han sido parte de esta industria.

Las mujeres han estado presentes desde al menos cinco generaciones en tres de los cuatro puntos de la cadena: como gerentas, maestras mezcaleras y en ventas, pero fueron las maestras mezcaleras las que recién rompieron el mito que les impedía entrar al palenque, pues se argumentaba que su presencia interrumpía el proceso de elaboración, más aún si estaban menstruando o embarazadas.

Graciela Ángeles Carreño, gerenta y representante legal de Mezcal de los Ángeles, el cual se produce en Santa Catarina Minas, distrito de Ocotlán, afirma que son pocas las mujeres que ocupan cargos de decisión en las empresas mezcaleras, pues la gran mayoría se desempeñan en las ventas, y otro porcentaje aún menor son maestras mezcaleras.

Ellas han estado en la producción desde hace varias generaciones, como sucedió con su tatarabuela, bisabuela y abuela, quienes a lomo de bestia iban de pueblo en pueblo vendiendo el mezcal en tiempos en que estaba prohibida su venta, mientras que su mamá fue la primera administradora de la empresa, pero no podía entrar en el palenque.

Hoy, Graciela Ángeles Carreño es la primera gerenta y aunque tiene menos de 40 años, su historia cuenta ya con una larga cadena de experiencias; ha transformado la empresa en una cooperativa y en ella ha impreso un sello distinto, producto además de sus conocimientos académicos, pues es Maestra en Sociología.

Al igual que en la familia Ángeles, en Tlacolula de Matamoros doña Josefina Monterrubio fue quien impulsó la creación y registro de marca de la primera crema de mezcal en los años sesenta: El Mayordomo, y antes lo había hecho con el famoso mezcal Joyas Oaxaqueñas.

Su hija, Socorro León Monterrubio recuerda que su familia comercializaba mezcal en una pequeña tienda. A su papá se le ocurrió poner miel y cáscaras de naranja al mezcal que regalaban en Navidad a amigos y familiares, quienes insistieron en que ese mezcal dulce fuera comercializado.

La que tomó la decisión fue doña Josefina Monterrubio, pese a la oposición de su esposo, don Mencho León. De esta manera, Josefina se adelantó al menos 30 años a muchas otras empresas que posteriormente produjeron cremas de mezcal.

En la familia productora de Joyas Oaxaqueñas, una de las más populares en Tlacolula de Matamoros, doña Josefina Monterrubio siempre tomó la iniciativa y conocía bien el negocio; a ella no le era necesario contar con un alcoholímetro para saber los grados de alcohol del mezcal...

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