Mujer de letras
| Autor | Daniel de la Fuente |
"Debe haber otro modo", escribió Rosario Castellanos en el poema Meditación en el umbral. "Otro modo de ser humano y libre / Otro modo de ser".
De esto trata Los adioses, filme dirigido por Natalia Beristáin que narra la vida amorosa y el irrefrenable oficio literario de la autora nacida en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1925, que vivió su infancia completa en Comitán, Chiapas. La escritora murió en Tel Aviv el 7 de agosto de 1974, cuando ejercía el cargo de Embajadora de México en Israel.
La película narra la vida de Castellanos joven y en camino a la madurez. Una de las escenas clave es cuando, hastiada de la opresión del marido, exclama: "¡No voy a dejar de ser mamá, no voy a dejar de ser maestra y no voy a dejar de escribir!".
Así se expresaba ella, que intentó seguir al pie de la letra el consejo de la Nobel chilena Gabriela Mistral a las escritoras: "Si queremos escribir, tenemos que renunciar a todo".
1 POETA Y NARRADORA
La descripción que Elena Poniatowska escribió hace tiempo en el semanario Proceso de la autora es emblemática: "Blanca, casi transparente, flor de invernadero, con unos grandes ojos de terciopelo negro, lejos de imponerse Rosario Castellanos pide perdón por escribir y por pretender entrar al mundo de las letras. Pide perdón porque pensar es uno de sus delitos. Mientras el arroz se le quema, ella lee. Escribe novelas, poemas, cuentos, editoriales para el diario Excélsior, ensayos literarios para el Diorama de la Cultura y corre a la UNAM a dar sus clases, quizá las más celebradas de toda la Facultad de Filosofía y Letras".
Fue en 1940 que empezó a escribir poemas. Ocho años después, con la lectura de Muerte sin fin, del tabasqueño José Gorostiza, su mirada cambió para siempre. Solía decir que, bajo su influjo, en una semana escribió su primer poemario: Trayectoria del polvo. Le seguirían Apuntes para una declaración sin fe, De la vigilia estéril, El rescate del mundo, Poemas 1953-1955, Al pie de la letra y Lívida luz.
"Llegué a la poesía tras convencerme de que los otros caminos no son válidos para sobrevivir", le dijo a Emmanuel Carballo en Protagonistas de la literatura mexicana. "Y en esos años lo que más me interesaba era la sobrevivencia".
"He escrito mis poemas de amor con cenizas", agregó, aunque descartó que su poética fuese autobiográfica.
"La única misión del amor es ésa: exponernos a la herida y luego desaparecer".
Castellanos publicó las novelas Balún-Canán y Oficio de tinieblas, así como los libros...
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