Ni los muertos se salvan

GUADALAJARA.- La sentencia: Que en paz descanse (Q.E.P.D) es ignorada por los amantes del ajeno, quienes no dejan a los difuntos disfrutar de su vida en el más allá, pues cometen robos en el Panteón Guadalajara.

"El panteón es muy grande y no sabemos por dónde se meten, y la vigilancia es muy escasa, se meten hacer fechorías, rayan las tumbas, se roban lo que hay en ellas, y pues es complicado estar pendiente de tantas personas", comentó Arturo, trabajador dedicado a reparar tumbas del recinto.

La entrada al cementerio es totalmente libre, por lo que es ahí donde los maleantes aprovechan, para campar a sus anchas en las 56 hectáreas de extensión y con un solo vigilante en la entrada principal.

Pero eso no es el único problema, ya que el panteón se halla en malas condiciones, muchas tumbas están...

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