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Mueren en el intento

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Vincent
AutorRamón Estrada

La perfección para lograr la hazaña no llegó, pero aún así las Chivas se fueron con la grandeza del que pierde jugándose el alma.

Lanzaron todas sus cartas sobre la mesa con la intención de lograr un milagro para avanzar a la Final, pero se murieron en el intento como lo había pronosticado Omar Bravo.

Por lo menos salvaron el invicto en casa al terminar por empatar 2-2 con el Atlético Paranaense, anoche convertido en finalista.

¿Culpables?, anoche ninguno, porque el equipo dejó todo y porque la eliminación del Rebaño se dictó hace una semana en Curitiba con el mermado chiverío que actuó en ese juego.

Para lograr sacudirse el 0-3 en contra, había que hacer un arranque ambicioso, pero manejado con pinzas en la parte baja para evitar ser sepultados con un gol de visitante.

Eran sólo 31 horas de diferencia entre la última actuación de sus seleccionados en Alemania y el juego de anoche.

El esfuerzo de la directiva es de reconocerse, tomando en cuenta que de pura operación de vuelo se gastaron más de 120 mil dólares.

Aún así, Benjamín Galindo mandó a su equipo de lujo, sólo con la ausencia del suspendido Adolfo Bautista.

Enfrente las Chivas tenían en el Paranaense a un equipo que sabe lo que es hacer daño a la ofensiva y que en todas sus salidas ha marcado gol.

Así, la primera de peligro fue en una jugada con pelota detenida, cuando a los 10', Fabricio cobró un tiro libre que se estrelló en el travesaño de la portería de Oswaldo.

Más tarde, Juan Pablo Alfaro soltó un potente disparo, pero Diego, con espectacular vuelo, desvió.

De pronto, en un contragolpe, Lima enfrentó a Oswaldo, el capitán desvió con el cuerpo el disparo del delantero, pero el balón le quedó a Aloísio por la izquierda, quien parecía que liquidaba, pero en su tiro se cruzó la barrida de Alberto Medina para salvar a los de casa.

Animados por su gente, en la siguiente jugada, Chivas se fue a buscar el gol y Paco Palencia lo encontró con un remate con la derecha. Ya sólo faltaban dos.

Sin embargo, ayer no alcanzó porque las líneas brasileñas corrigieron y se fortalecieron, teniendo al reloj como aliado.

Omar estrelló uno en el travesaño, Palencia intentó varias desde lejos con veneno y hasta Manuel Sol, ayer el...

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