Muere 'La Pantera'; nunca pudo rugir...

AutorEdgar Martínez

"La Pantera" nunca "rugió"...

En 1992 asomó sus "garras" y después prácticamente se echó a dormir durante 9 años, pues su verdadera fuerza para combatir a la delincuencia no fue utilizada y ahora ya murió en un corralón como vehículo chatarra.

Las "garras" de hierro y el perfil amenazante coronado por un cañón de funciones múltiples, ahora oxidado por la falta de uso y los golpes del tiempo, es sólo parte del recuerdo de una época policiaca.

Desde al menos hace tres semanas, la unidad insignia de Seguridad Pública permanece estacionada casi a la entrada de un corralón de Gobierno del Estado como un fantasma de lo que fue, en espera de que se decida cuál será su último destino.

El terreno que ahora es "vigilado" por "La Pantera" antes fue un parque recreativo de Fundidora ubicado sobre la Avenida Chapultepec, en Guadalupe, pero ahora alberga material y vehículos de todo tipo que el Gobierno de Nuevo León ha desechado.

Junto a otras patrullas, dañadas o inservibles, la primera unidad antimotines de Nuevo León está a disposición del departamento de Patrimonio del Gobierno.

Sin torretas, con una llanta menos y con los logotipos y las siglas de Seguridad Pública cubiertas por pintura azul, una de las unidades más caras adquiridas por la corporación estatal finalmente terminó su labor de vigilancia.

La "Pantera", que sólo recorrió 45 mil kilómetros, aún lleva en sus defensas la matrícula RNZ-1067.

En 1992 era una máquina que a su paso por las zonas conflictivas de Monterrey causaba impresión y, para algunos, hasta respeto. La unidad le costó 340 mil pesos al Gobierno de Sócrates Rizzo.

"La Pantera" era un vehículo gris mate equipado con lo más adelantado en cuestiones de seguridad en su época: completamente blindada, con altavoces y de sus puertas emitían, a manera de protección, descargas eléctricas.

La unidad, en la que podían ir hasta cinco policías, estaba equipada también con un sensor que le permitía escuchar y grabar conversaciones a cierta distancia.

El sello característico de la unidad era su cañón, que podía lanzar potentes chorros de agua, a la cual se le podía añadir un tinte para marcar a los rijosos.

Oxidada por la falta de uso, la "agonía" de la unidad antimotines fue evidente cuando, el pasado 10 de mayo, sus altavoces, creados para lanzar...

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