Muere por México

METRO / ENVIADO

LOS ANGELES.- El actor Sylvester Stallone se considera un conocedor y admirador de la cultura mexicana, y por eso detesta a quienes ven a México como un país lleno de rancherías y gente pobre, dice que es tan apasionado de lo ofrece esa tierra, que quien dirige su hogar es una mexicana y no su esposa.

El atlético y musculoso actor expresa que fue este uno de los temas de los platicó durante la filmación de Avenging Angelo con Anthony Quinn, antes de que falleciera.

"Lamenté mucho su muerte. Era un señor noble, platiqué demasiado con él. Era muy quisquilloso sino le inspirabas confianza, no le gustaba que se acercaran a él por interés.

"Hablaba maravillas de México. Estaba enamorado de las tradiciones de su país, de toda su cultura. Ambos coincidimos en que la mayoría de los extranjeros piensan que es una tierra sucia, sin valor, con gente sólo de sombrero tipo ranchero, que no trabaja, lo cual es totalmente falso", expresa el actor, quien regresa mañana a la pantalla grande con D-TOX.

Es triste que las personas no se fijen en los verdaderos valores culturales de México, como sus pintores, escritores, toda su historia antes de la conquista, añade Stallone, durante una charla en una habitación del lujoso Peninsula Hotel.

"No me gusta esa imagen de que en México sólo hay rancherías, ciudades no muy limpias... tampoco le gustaba a Anthony. He estado en ese país en varias ocasiones y me he vuelto un apasionado de lo que hacen. Sus pinturas, las pirámides... tengo muchos libros, revistas... Sólo me hace falta conocer El Tajín, porque lo demás ya lo visité", dice Stallone.

Es perceptible la emoción que le causa al protagonista de Rambo y Rocky recordar algunos sitios de México, así como se nota la semiparálisis que tiene en el lado izquierdo del rostro.

Y... ¿quién es esa mexicana que le da algunos dolores de cabeza a Stallone? Es Isabel, la ama de llaves que le ha sido fiel durante más de 10 años, ella conoce perfectamente a su familia, los hábitos, métodos y costumbres de cada uno.

"¡Le tengo más miedo que a mi mujer... es muy robusta!", advierte , "sabe reflejar la experiencia de ser una inmigrante trabajadora, dedicada a la familia y llena de convicciones".

Con Jennifer Flavin, su esposa y la madre de sus hijas Sophia Rose y Sistine Rose, Isabel ha logrado una estupenda relación.

"Me ha hecho de comer enchiladas, mole, chiles rellenos... siempre me dice que soy un 'alcahuete' con mis hijas porque las consiento demasiado. Lo más...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR