Muere Marie-jo, La musa de paz
| Autor | Francisco Morales V. y Con información de Yanireth Israde y Lourdes Zambrano |
MÉXICO. Se trataba de una recepción diplomática más: otoño de 1962, en una tarde soleada en Sunder Nagar, en Nueva Delhi. Escenario adecuadamente idílico para el encuentro fortuito.
"Era la hora del garden party, esa hora luminosa, dorada de la tarde india, que transforma todos los objetos, transfigura a la gente y hace tangible el instante", recordaría décadas después Marie-José Tramini.
Fue a esa hora, cuando un grupo de diplomáticos franceses, uno de ellos su esposo, fue abordado por el recién nombrado Embajador de México en la India, Ceilán y Afganistán, el escritor Octavio Paz.
Ese encuentro entre ambos, que se prolongaría durante 34 años de matrimonio, quedó registrado en el poema "Viento entero".
Una muchacha real / Entre las casas y las gentes espectrales / Presencia chorro de evidencias / Yo vi a través de mis actos irreales / La tomé de la mano / Juntos atravesamos / Los cuatro espacios los tres tiempos / Pueblos errantes de reflejos / Y volvimos al día del comienzo / El presente es perpetuo.
El futuro Nobel de Literatura 1990 preservaría así el encuentro, y luego reiteraría: "Después de nacer, es lo más importante que me ha pasado".
Tras 20 años sin su compañero, Marie-Jo Tramini falleció ayer de un paro cardiaco.
Defensora de la obra de Paz, figura indeleble en gran parte de sus escritos amorosos y ocasional colaboradora artística, concluye con su muerte un binomio central de la cultura nacional del siglo 20.
"Le profesó a Octavio Paz un amor admirable, absolutamente fuera de serie", recuerda la escritora Elena Poniatowska, amiga de ambos. "Cuando él murió, ella siguió viviendo para él. Decía que se comunicaba con él en la noche, que al leer su poesía sentía que él le hablaba.
"De día y de noche se dedicó totalmente a su obra".
Aunque esa tarde en Sunder Nagar ambos partieron a casas distintas, se encontrarían muchas veces después en otros actos diplomáticos. Luego, de nuevo fortuitamente, en París.
Entre la calle Montalambert y la de Bac / Es una muchacha / Detenida / Sobre un precipicio de miradas, señalan los versos de Paz.
Tramini, nacida en Francia, se divorció de su esposo y regresó a Nueva Delhi con Paz. Se casaron bajo un árbol de nim, figura capital en la obra del poeta.
"Fue la compañera, el amor, la musa, la justificación de la vida de Octavio Paz a partir de que cumplió 50 años", dice el historiador Enrique Krauze, colaborador de Paz y gran amigo de la pareja.
"Su obra no se entiende sin Marie-Jo, sin la inspiración...
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