Movimiento obrero: La redefinición del sindicalismo

AutorClaudio Jones

En plena etapa de campañas electorales del 2000, la celebración obrera del 1o. de mayo se revela como el fin de un ritual y el inicio de una potencial configuración política del sindicalismo. En ese final y comienzo simultáneos, algunos actores centrales del sistema político como el Presidente y los partidos se reubican ante las organizaciones obreras, mismas que ya han dejado sólo de reproducir la estructura más o menos monolítica del corporativismo sindical. Cabe preguntar sobre esta nueva pluralidad en el momento de la redefinición política del 2000. ¿Se asoma un movimiento obrero más plural, más acorde con un sistema político competitivo y una sociedad autónomamente organizada? Atrás parece haber quedado la imagen del inmovilismo corporativo. Pero, ¿realmente se abre la posibilidad de que nuevas alianzas políticas tomen lugar en el sindicalismo del siglo XXI y de cara al sistema de partidos? ¿Entrarán, sencillamente, las reformas institucionales a la agenda de las organizaciones obreras y de los partidos?

Pasado y presente del ritual corporativo

El desfile obrero tradicional dejó de efectuarse como tal hace prácticamente un sexenio, cuando dejó de llevarse a cabo un gran desfile obrero ante el gobierno de la República en el Zócalo. No es solamente que ya no hubiera nada que acordar en el terreno macroeconómico o que pudiera esperarse una fuerte desaceleración de la actividad económica. Es que sencillamente la imagen del desfile como acto unitario había dejado de ser tal desde hacía mucho tiempo. No es que la renovación de la alianza movimiento obrero-gobiernos de la República dejara de existir como declaración básica de la CTM o de otras organizaciones en 1994. Pero empezó a tomar lugar un evento muy diferente al ritual de la gran alianza Presidente-movimiento obrero. Ya no se trató de una gran movilización de contingentes fundamentalmente silenciosos sino de la manifestación de varias corrientes del sindicalismo mexicano en distintos momentos del día en un espacio común. El ritual corporativo ha dejado de existir para dar paso a un nuevo género de eventos políticos medianamente definidos por los asistentes tradicionales y nuevos del otrora desfile.

Las celebraciones del 1o. de mayo que se efectuaron a partir de 1994 lo hicieron de forma independiente desde tres flancos fundamentales del movimiento obrero: primero, mediante una concentración del movimiento tradicional del CT y de la CTM con el Presidente de la República; segundo, en la...

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