Del mortero a Pokémon

Escuchar los cuentos que le lee su mamá e iluminar un libro de Pokémon son las actividades que más realiza en el hospital la niña que estuvo a punto de perder la mano y parte del brazo izquierdo cuando le estalló un artefacto explosivo con el cual jugaba la pequeña.

Según los médicos del Hospital Pediátrico de Tacubaya la evolución de la lesionada, Vanessa Itzel Ramírez Hernández, de 7 años, es favorable, pero todavía no se sabe cuando podrán darle el alta.

En cambio, su hermano Marco Antonio, de 10 años, quien presentó una conjuntivitis a causa de estar próximo en el momento de la explosión, egresó del mismo nosocomio el pasado domingo 19.

Vanessa y su hermano Marco Antonio encontraron el artefacto explosivo el 15 de marzo, en un predio ubicado en la Colonia Jardines del Pedregal, Delegación Alvaro Obregón, donde según informes de la SSP se encontraban dos bazucas de fabricación casera para disparar morteros.

Mientras jugaban los niños activaron una de las bazucas provocándole esto severos daños a ambos, pero sobretodo a Vanessa.

"Ella tiene fractura de húmero, cúbito y radio en el brazo derecho, además presenta una gran perdida de piel y tejido blando; para que recupere lo que perdió se está utilizando su propia piel...

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