Hay Morris para rato
| Autor | Fidel Orantes |
Algunas de las obras que ha producido, como Los Monólogos de la Vagina, Confesiones de Mujeres de 30 y Mentiras, han durado años, porque Morris Gilbert es un hombre al que le gustan las temporadas largas.
La prueba más grande es que desde que debutó como productor, hace 40 años, no ha parado y planea dedicarse al teatro lo que le reste de vida.
"Si te metes en algo tienes que saber que va a tener buenos, malos y peores momentos, porque así es la vida. Sabemos los obstáculos a los que nos enfrentamos en este medio: Tratar con tanta gente, con problemas de ego, un público que es difícil que asista y debes conquistarlo por muchas aristas", compartió Gilbert en entrevista.
Nunca tuvo otra vocación más que el teatro, pese a que es licenciado en Administración de Empresas, Ciencias de la Comunicación y Economía.
"Me di cuenta que era un medio extraño, donde cada uno tenía su propia idiosincrasia, hablaban mal unos de otros y se descalificaban, entonces estudié teatro con todos los maestros, incluso en el Centro Universitario de Teatro", recordó.
Aún recuerda el momento que decidió montar por cuenta propia Los Hijos de Kennedy, su primera puesta en escena, que considera un acto de inconsciencia y producto de su pasión por el arte.
La historia, en la que también actuó, se presentó en el Teatro San Jerónimo Independencia y participaron Susana Alexander, Héctor Bonilla y Julieta Egurrola.
"Hasta la fecha sigo haciendo las mismas locuras y me sigo preguntando por qué estoy haciendo esto.
"(Los actores) me hicieron ver mi suerte, me hicieron pagar mi derecho de piso, no fueron fáciles, pero te puedo decir con mucho orgullo que nos quedamos como amigos para toda la vida. Pasé mi prueba de fuego", dijo Gilbert.
Hacerse de un nombre como productor teatral no ha sido fácil y gran parte del prestigio que se ha ganado se lo atribuye a que nunca le ha quedado a deber a nadie.
Ni siquiera en los momentos de crisis, porque admite que entre sus casi 100 producciones son más las que no han funcionado comercialmente que las que han vendido grandes cantidades de boletos.
"Yo no considero haber tenido un fracaso artístico nunca en mi vida, para mí el éxito es estrenarlas. Lo que pasa al día siguiente no está en mis manos, sino del destino, el público, el inconsciente colectivo, de muchos factores que uno no controla.
"He tenido funciones en las que he vendido un boleto. Es terriblemente doloroso pero nos pasa a todos, quien diga que no, está...
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