El monarca de Ocotlán

AutorJosé Luis Velasco

Señor Futbol / Enviado

MORELIA.- Reservado, de sonrisa discreta y con un brillo de nostalgia en sus ojos, Ismael Iñiguez aún no digiere por completo el éxito tempranero que le ha llegado cuando apenas lleva dos torneos jugando en Primera División.

"Sé que todo ha llegado muy rápido, pero estoy consciente de que no he ganado nada y que voy comenzando, por eso trato día a día de tomar las cosas con tranquilidad y de seguir trabajando con todo el empeño posible, sobre todo con el apoyo de mis compañeros", expresa el joven de 20 años que ya es considerado por muchos como el Novato del Año en el Torneo de Verano 2002.

Sus orígenes

En la cancha su velocidad y movilidad lo hacen ver como una saeta que entra al área enemiga por las bandas y cuyo descaro no perdona a los porteros rivales que le dan el mínimo espacio, pero en la vida real, en la calle, con sus compañeros, Iñiguez aún conserva el pudor y la sencillez heredados de una educación cimentada en las costumbres de la campiña jalisciense."Nací en Ocotlán, Jalisco, pero he vivido siempre en Cuitzeo, aunque casi, casi es lo mismo, por ahí la gente me reclama que por qué digo que soy de Ocotlán, pero es que así está en mi acta de nacimiento y así es", comenta.

De padres dedicados a labores del campo y del hogar, Iñiguez se siente afortunado de haber llegado a donde está, pero nunca ha dejado de extrañar a su familia.

"Mi papá es encargado de obra en una granja forrajera en Ocotlán y mi mamá se dedica a la casa y la verdad ha sido un sacrificio tener que dejar a mi familia porque yo estaba acostumbrado a que llegaba de la escuela y me quedaba a acompañar a mi mamá siempre que estaba sola y me acostumbré a estar con ella, pero ahora después de tres años de sacrificios sé que ha valido la pena", asegura.

El futbol en su vida

Su primer contacto con el futbol organizado fue en la escuela, ya que desde la Primaria, la Secundaria y hasta el Bachillerato, fue parte de las selecciones escolares en las que siempre tenía un lugar asegurado por su facilidad y velocidad para conducir el esférico, aunque confiesa que nunca pensó seriamente en dedicarse profesionalmente al balompié.

"Desde pequeño, cuando se llegaba la época navideña, me regalaban una pelota o un balón y ahí me nació el gusto, después estuve en selecciones de la escuela con las cuales jugué campeonatos desde municipales hasta nacionales, ya en el Bachillerato representé a Jalisco en 1998 en Toluca en el campeonato de Nivel Medio Superior, en...

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