Momento mágico

AutorSTAFF

Para ser leyenda, primero se deben de cumplir hazañas.

Es por eso que el piloto inglés Nigel Mansell es recordado por los fanáticos al deporte motor en México como uno de los conductores más temerarios y que alcanzaron su calidad de inmortal al sorprender, hace 27 años, con uno de los rebases más fenomenales de la historia de la F1.

Sucedió justo en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en la conocida curva Peraltada, ahora bautizada Nigel Mansell.

En ese año, la batalla por el título pertenecía a Ayrton Senna y Alain Prost, de McLaren y Ferrari, respectivamente, pero los coequiperos de Senna y Prost serían las estrellas que brillarían ese 24 de junio de 1990 en el circuito de la Magdalena Mixhuca.

Precisamente Mansell, quien había arrancado en cuarto, era segundo en las últimas vueltas, cuando el McLaren de Gerhard Berger, quien había salido desde la pole, lo rebasó y se enfilaba a ocupar el segundo puesto, detrás de Prost.

Al llegar a la última curva antes de meta, La Peraltada, Mansell tomó la decisión de adelantar a Berger de manera heroica.

"Nunca planeé tomar la Peraltada por fuera. Es uno de los peores rebases de la historia, porque era lo que llamaría una maniobra de 'todo o nada'. No fue muy listo de mi parte hacerlo, porque si alguien terminaba lastimado en caso de accidente, hubiera sido yo, porque estaba en la parte sin lugar a dónde ir en caso de despiste, ya que es una curva muy peligrosa", comentó el británico, campeón del mundo en 1992.

"Por un instante de euforia pensé que Alain debía haberse...

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