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Modesto Suárez / Ni modo

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Vincent
AutorModesto Suárez

Si no me quieres, ni modo...

Ni por favor, canción de Rubén Fuentes

En una ocasión llevé a un jardinero a podar dos árboles que están frente a una casa, a la orilla de la calle. Obtuve el permiso del ayuntamiento y conseguí una escalera lo suficientemente alta para alcanzar la copa de los árboles. Convenidos día y hora, el jardinero pasó por mí en su camioneta y al llegar a donde están los árboles encontramos un automóvil estacionado debajo de uno de ellos. Después de buscar infructuosamente al dueño del mismo no nos quedó más remedio que resignarnos a podar solamente uno de ellos. El jardinero dijo "ni modo".

Luis González, precursor de la microhistoria en nuestro país, afirmaba que los mexicanos éramos animistas. Cuando hacíamos algo nos negábamos a reconocer nuestra participación en ese acto y se la atribuíamos a los objetos. En lugar de decir "lo tiré", "lo rompí" y "lo moví", preferimos decir "se cayó", "se rompió" y "se movió".

La forma reflexiva es cercana al uso del "ni modo". Ambos hacen referencia a una fuerza extraña a nosotros que anima el mundo en el cual vivimos y de cuyo destino somos más o menos ajenos. "Ni modo" hace referencia a la imposibilidad de hacer que algo suceda de otra manera. Supone una actitud fatalista y de resignación ante lo inevitable. Lo primero, porque por más que intentemos llega un momento en que nos topamos con lo inevitable; lo segundo porque aceptamos la realidad como algo que se nos impone, que no podemos alterar o cambiar.

La expresión "ni modo" tiene dos manifestaciones: una en el ámbito personal y otra en ámbito de la vida social. El primer caso significa la aceptación de la fatalidad del destino propio; un hecho se nos impone sin que podamos hacer algo por cambiarlo o evitarlo. "Si no me quieres, ni modo" -canta Pedro Infante en referencia a un amor fallido-, "de amor no voy a morirme, se sufre cuando se quiere, pero se aprende a olvidar también". Frente a la fatalidad -la imposibilidad de torcer el destino de las cosas- viene enseguida la resignación. Decir "ni...

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