Moda en la Gran Ciudad / El estilo de comprar en México y en NY
| Autor | Lucy Lara |
Por otro lado está Nueva York, definitivamente el centro de gravedad de las nuevas ideas, que al ser el vecino exitoso de arriba, se ha convertido en el ejemplo a seguir por los confeccionistas mexicanos en cuanto a moda se refiere. Pero he aquí la pregunta que me hace la gente constantemente: ¿hay diferencia real en cómo compran moda las mujeres de ambas ciudades?
Hace algún tiempo, yo intentaba hacerme una carrera de diseñadora de ropa en el DF. Esa experiencia me hizo entender lo difícil que resulta tratar de confeccionar prendas de calidad a buen precio en un país en donde la mayoría de las telas, botones y demás accesorios, son generalmente de importación. Pero reconozco que ahora, después de vivir y comprar desde hace seis años en Manhattan, la ropa de México me parece absurdamente cara. Además, encuentro que hay muy poca mercancía disponible en los almacenes y, por si fuera poco, la prioridad en los espacios de venta la tienen las marcas extranjeras. Siguiendo esa lógica, no es de extrañar que las firmas nacionales sobrevivan de milagro y que el producto quede, cada vez más, reservado a las minorías.
El cambio de estaciones también marca una gran diferencia en el hábito de consumo de ambas compradoras. En la Gran Manzana se requiere desde shorts y camisetas en el verano hasta abrigos y suéteres gruesos en el invierno, pasando por toda clase de prendas de entretiempo.
Pero no sólo es la necesidad de cambiar de guardarropa de acuerdo a la temperatura lo que lleva a las neoyorkinas a sentir la necesidad de invertir cientos de miles de dólares en la nueva silueta que marcan los diseñadores. Sucede que el sistema comercial de las boutiques y almacenes norteamericanos, considera un flujo de mercancía constante. Eso representa que las prendas salen a las baratas con toda la intención de ser rematadas, para así dar espacio a la nueva ropa que entra de temporada.
De esa forma, una puede adquirir las prendas ligeritas a un excelente precio, cuando todavía hace calor, pero ya comienza el bombardeo de las nuevos modelos que marcan la siguiente temporada meses antes de su llegada. Aquí en México, sin embargo, los descuentos son mínimos y la existencia de mercancía, igualmente pobre, sin contar con que los saldos pueden seguir vendiéndose durante el otoño...
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