Mochilazo en el tiempo

La estrategia militar que acabó con ZapataElisa Villa Román

EL UNIVERSALEl 11 de abril de 1919 los habitantes del Valle de México y alrededores despertaron con la noticia de que Zapata había sido asesinado. Los titulares de los grandes diarios de la capital afirmaban que con su muerte el zapatismo llegaba a su fin. Nadie podía creerlo.

Su asesinato representaba una oportunidad de pacificación en los estados de Morelos, Guerrero y Puebla. O al menos eso decían los grupos en el poder, justificando la traición al general Emiliano Zapata Salazar.

Los diarios de la época documentaron saqueos, asesinatos, violaciones, raptos a mujeres y niñas, y un pueblo sumido en el hambre, la pobreza y las enfermedades. El país llevaba nueve años en guerra y el panorama era desolador.

En vísperas del asesinato de Zapata se discutía en el gobierno la aplicación del artículo 27 de la Constitución promulgada dos años atrás. En él se establecía que únicamente los mexicanos por nacimiento o naturalización tenían derecho a explotar minas, aguas y combustibles en territorio nacional. Se buscaba una forma de aplicar el artículo a las empresas extranjeras que realizaban sus operaciones en México.

Mientras tanto, una operación militar se gestaba en secreto y tenía por objetivo a Zapata, a quien la prensa apodó "El Atila del Sur" para compararlo con el poderoso rey de los hunos, enemigo del Imperio romano célebre por su bravura en el campo de batalla.

Nadie podía capturar al mexicano. Fueron necesarios mil soldados y una maniobra preparada con semanas de anticipación para emboscarlo y asesinarlo a traición, en la que intervinieron altos mandos en el poder.

Pero vayamos un paso atrás. Zapata nació en el poblado de Anenecuilco (del náhuatl "vuelta que hace el río"), Morelos, el 8 de agosto de 1879, hijo de Gabriel Zapata y Cleofas Salazar. Se le ha descrito como un hombre sencillo y educado en las labores del campo, que si bien no nació en una familia humilde, conocía las necesidades de su pueblo.

Cuando la guerra estalló, Zapata se unió a la lucha armada. Fue tan influyente que afectó los intereses de los más poderosos de la época. Según historiadores, la carta que Zapata dirigió a Carranza en marzo de 1919 detonó una encarnizada persecución contra él y su ejército.

Alegando la pacificación del Estado de Morelos, Venustiano Carranza, presidente de México del 1 de mayo de 1917 al 21 de mayo de 1920, ordenó el exterminio de los zapatistas a costa de lo que fuera y...

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