Mochilazo en el tiempo

El edificio que lleva el nombre de un famoso toreroEL UNIVERSALEn el número 80 de avenida Bucareli en el centro histórico, que a inicios del siglo XX fungió como uno de los paseos de la aristocracia de la época, se encuentra el edificio Gaona, una de las pocas construcciones que quedan y que adornaban esta zona junto a edificios como los de los diarios EL UNIVERSAL y Excélsior, el edificio que hoy aloja a la Secretaría de Gobernación, el Vizcaya y El conjunto Mascota.

Situado a la altura de la glorieta del reloj chino, la única glorieta que queda de las tres que tenía esta avenida, el edificio Gaona fue de las primeras unidades habitacionales que hubo en los años 20. Hace esquina con la calle de Emilio Dondé en la colonia Centro, frente a la Secretaría de Gobernación.

Tiene 23 departamentos en la parte interior del inmueble que son de dos pisos cada uno, mientras que en la parte exterior de la fachada hay más de 40 hogares de un solo piso.

Sucesos como que sirvió de resguardo para algunos estudiantes durante la percusión en 1968 o de que uno de sus balcones sirvió para un discurso del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz cuando era precandidato, son algunas de sus anécdotas, además de que lleva el nombre del célebre torero Rodolfo Gaona, uno de los máximos exponentes de la tauromaquia mexicana de las primeras décadas del siglo XX y quien aportó recursos de su bolsillo para su edificación.

Al morir el célebre torero Rodolfo Gaona, en mayo de 1975, el inmueble quedó intestado y aparentemente los nietos del matador se hicieron cargo de él, pero dicen sus moradores que en realidad inició su descuido.

Hoy, los inquilinos y comerciantes de sus locales desconocen a los nuevos dueños dicen que los nietos del torero ya lo vendieron y sólo tienen contacto con quienes aseguran ser sus abogados quienes incluso ya les pagaron para desalojar tanto departamentos como establecimientos comerciales.

Los residentes y encargados de los comercios en la parte de abajo del edificio como la señora Silvia Soto vieron cómo empezó la decadencia el inmueble. ?A Rodolfo Gaona nunca lo conocí? dejaba a otra persona a cargo de la renta y cuando falleció, el dominio pasó a sus nietos. El nieto se llama Fernando Gaona, era quien según regenteaba el edificio. Pero en realidad nunca se hicieron cargo. Él lo echó a perder (el nieto)?.

?Muchos se mudaron y cuando se iban entraban los paracaidistas. Se llegaron a meter como dos veces pero siempre los echábamos, incluso le pusimos maderas cruzadas a las puertas, llamamos a la policía varias veces. Pero Fernando Gaona no hacía nada para evitarlo?.

Teresa Zárate es otra comerciante de refacciones, lleva dos décadas trabajando en el Gaona, cuenta que en algún tiempo el edificio se remodeló para venderlo, pero el plan fracasó ya que fueron invadidas las instalaciones.

Dice que los departamentos iban a quedar de lujo pero, ?como al mes se metieron se empezaron a llevar la alfombra a pedazos, a despegar los azulejos de las escaleras para venderlos. Así se tenían muchos...

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