Mochilazo en el tiempo

Piñatas: los símbolos multicolores del paísRompiéndose al vaivén de cánticos que han ido cambiando a través de los siglos, las piñatas han trascendido fronteras, convirtiéndose en un referente de la cultura mexicanaCarlos Villasana y Ruth gómez

EL UNIVERSALUno de los elementos esenciales de las posadas son las piñatas, aquellas ollas de cartón o de barro que toman vida colgadas a metros del suelo al ritmo del "dale dale dale", guardan en su interior una variedad de artículos que hacen felices a aquellos que la rodean en espera de que se rompa, como dulces, juguetes o frutas de temporada.

Han logrado sobrevivir al paso del tiempo, incluso fuera de la época navideña, tomando forma de los personajes más populares o repudiados de diferentes épocas, pero sin dejar de lado las tradicionales de siete "picos", que existen desde el siglo XVI.

El origen. En 1586 el fraile Diego de Soria obtuvo la autorización papal para realizar las misas de aguinaldo, mejor conocidas como "posadas", ocho días previos a Navidad con la intención de acercar a nativos a la religión católica, en el Convento de San Agustín en Acolman, Estado de México.

Marisol Tarriba explica en su artículo "Las posadas en 1894 y 1895: Una tradición religio-terpsicorea" que el objetivo de estas fiestas era preparar, simbólicamente, a la población para el nacimiento de Cristo. "Durante la Colonia dichas misas adquirieron rasgos distintivos y únicos, hasta volverse un fenómeno propiamente novohispano, que sobrevivió a la Independencia y llegó al siglo XIX totalmente arraigado en la tradición de los mexicanos", menciona.

Entre los elementos distintivos de las posadas estaba el rezar rosarios, decir la letanía durante la procesión, cargar a los "peregrinos", pedir posada y romper la piñata, un curioso objeto que llamaba la atención por sus colores y por su contenido (frutas, principalmente).

Como herramienta evangelizadora, a la piñata se le atribuyó un sentido religioso relacionado con los Pecados Capitales. Al golpearla con un palo de madera, equivalente a la "virtud", la persona podría verse absuelta de sus pecados en caso de llegar a romperla.

Debido a su gran popularidad, las posadas pasaron de realizarse adentro de las iglesias a la calle, adquiriendo así un carácter más festivo y menos solemne. Por lo tanto, en 1894 el Arzobispado de México exhortó a los habitantes a practicarlas únicamente dentro de las iglesias o conventos, calificando a las extramuros como celebraciones herejes. Sin...

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