Mochilazo en el tiempo

La magia de ?revivir? a un muerto- En este oficio se tiene que saber un poco de anatomía, química y hasta cosmetología. Se trata del embalsamador, el responsable de ?preservar? por unas horas extra el cuerpo de un cadáverMagalli Delgadillo

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 23 (EL UNIVERSAL).- Son las 3:30 de la tarde y suena el timbre. Los instrumentos quirúrgicos están listos: bisturí, tijeras, troca, químicos. Diego y Carmen, trabajadores de Estética Post/Mortem, reciben el cuerpo de una mujer. Antes de comenzar su labor, necesitan un acta de defunción y un vale, en el cual los familiares otorgan el permiso de embalsamar a su ser querido.

En la sala de preparación ?disponible las 24 horas del día y donde ingresan cerca de 180 muertos a la semana? el personal llena una bitácora con los datos generales del finado: hora de ingreso, hora de fallecimiento, clasificación de cadáver (íntegro, con necropsia o estudio clínico) y, si las características coinciden con la persona, empiezan con el tratamiento. No sin antes tomar las medidas, pues la caja será a su tamaño.

Diego y Carmen, vestidos con filipina negra y detalles amarillos, se colocan el equipo de seguridad: mandiles y botas de vinil, guantes, cubre bocas y googles. Inician su trabajo de inmediato, pues las articulaciones del cadáver comenzarán a ponerse rígidas y la piel palidecerá.

Katia, hija de Trinidad ?precursor de este negocio?, comenta que en una ocasión estaba trabajando con el cuerpo de un señor. Tenía que abrir el brazo para localizar la arteria y hacer la perfusión en el brazo. Se puso cerca de la extremidad. Como un movimiento normal, la mano del hombre se movió y le tocó el glúteo. La joven lo tomó con humor: ?Bueno, se la perdono, será la última vez que lo va a hacer?.

?El embalsamamiento es la preparación química y física del cuerpo para retardar la descomposición durante la velación?, define Katia, quien convivió con este oficio desde su niñez, pero comenzó a practicarlo hasta los 16 años.

La vida se escapa por la carótida. ?Es un proceso de mucho respeto. Los desnudamos, quitamos algodones, cubrimos genitales con un trozo de tela y hacemos una desinfección primaria con un químico especial para agregar en las áreas con mucosa ?donde se crean los focos de infección?. A continuación, se realiza una incisión en el cuello, a la altura del músculo esternocleidomastoideo ?el cual cubre la arteria carótida primitiva??, donde introduce los químicos para conservar los tejidos.

Katia...

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