Mitos de la madurez

AutorAlberto Balám

Cuando escuchamos el término inmaduro, inmediatamente viene a la mente, la imagen de un adolescente montando zancadillas a sus compañeros de clase o peor aún, la de una chicha que miente a sus padres diciendo que irá a casa de una amiga a realizar un trabajo de la escuela y en verdad se está escapando con el novio para pasar con él "un maravilloso fin de semana ".

Sólo así ubicamos la palabra:pero cuantos visualizan al verdadero inmaduro como aquel que abandona a su mujer y a sus hijos por una mujer más joven;cuantos lo definen como aquel que le es infiel a sus principios y valores;cuantos lo señalan como el mal ejercicio de la libertad; ¿cuantos?Esa es la pregunta.La respuesta, quizá no haya llegado para muchos y si somos francos, se sentirán ofendidos cuando les digamos inmaduros.Porque curiosamente, la madurez es un valor universal que se desea desde la primera edad;quien no recuerda sus días de juventud cuando gritaba a los cuatro vientos:"Soy maduro, soy independiente, no necesito de nadie, se pensar por mí mismo ".

Madurez es ambición, aceptación, perfección e independencia.Por esto mismo, quisiera recordar una frase de William Kilpatrick que dice:"La moralidad no consiste simplemente en aprender las reglas de lo bueno y lo malo;es una rectificación total de nosotros mismos ".

Jean Piaget solía concebir al hombre como una gran estructura en constante movimiento y evolución.Cada uno de sus componentes (voluntad, razón y libertad)solían trabajar como perfectos engranes interrelacionados para dar de sí el máximo potencial.De ahí que concluyera en un sinnúmero de ocasiones, que la suma de las partes curiosamente no dan como resultado una unidad, sino que la rebasan.Esta proyección entendida como autorrealización o autorrectificación es lo que llamaremos madurez;que a diferencia de los demás valores, que perfeccionan y complementan a la persona como finos y ajustados engranes, la madurez sintetiza e integra los valores humanos en un todo orgánico:nuestra persona.

OPORTUNIDADES QUE DETERMINAN EL PORVENIR.

Un antiguo proverbio dice que quien sigue su conciencia ha encontrado la puerta que conduce hacia una vida auténtica;sin embargo, habrá que reflexionar cuanto de lo dictado por la conciencia es una consideración nuestra de madurez y cuanto verdaderamente lo es.Por ello decidimos explorar los tres mitos más comunes de las nociones modernas de madurez:

La invulnerabilidad.

La infalibilidad.

La inflexibilidad.

INVULNERABILIDAD.

La madurez no...

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