Mismo resultado; varias tazas de café

AutorDaniel de la Fuente

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó una fuerte tormenta sobre el Valle de México. Quizá por eso ayer, desde las primeras horas del alba, el viento frío sopla amenazador y son pocos los peatones en torno a la sede del Instituto Federal Electoral, una de las instituciones más vigiladas en el País.

Decenas de oficiales de vialidad cierran los accesos de la sede del árbitro electoral y, los que mantienen desde hace días una reducida protesta a las afueras del recinto, dormitan con sus pancartas a un lado.

Adentro, los primeros reporteros que llegan a la jornada en la que se dará a conocer de manera oficial el nombre del ganador de la contienda presidencial llegan arrastrando pies a la inmensa sala de prensa montada al lado de las oficinas centrales del IFE y en la que hay pantallas inmensas con la nueva geografía del poder en México. Más de lo mismo, diría alguno.

Alguien pone en el sonido ambiente "You shook me all night long", de AC/DC, y algunos lo toman a broma y hasta profético. Todavía un día antes, en 28 ciudades, hubo protestas simultáneas en torno al hombre que será declarado el candidato con más votos, Enrique Peña Nieto, pero que de acuerdo a sus opositores no ganó de manera limpia: la presunta compra de la Presidencia ha sido la nota y seguramente será el estigma en los próximos seis años.

Poco antes de las ocho, Leonardo Valdés arriba a la sala de sesiones del organismo. Sonrisas. Al consejero presidente se le hace cada vez más un copete a lo Peña y nadie le dice nada. Está contento: ha cumplido, pero el cansancio es visible y murmura más de lo acostumbrado. Tras 96 horas de recuento, que terminaron a las 4:30 horas, él y su gente lo que han de querer es irse a dormir.

"El siguiente punto del orden del día es el relativo al informe que presenta el Secretario Ejecutivo sobre el resultado de la sumatoria de los resultados consignados en las actas de escrutinio y cómputo para la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos por partido político y candidato", comienza a leer el secretario Edmundo Jacobo Molina y Valdés da la anuencia. Aquello es un protocolo casi de La Tremenda Corte, pero sin chiste.

LAS CIFRAS OFICIALES

Hay quórum. Veintitrés consejeros y representantes, acomodados a lo largo de la mesa de herradura, con macetas y plantas sin chiste al centro, y en torno a los cuales está sentado el mundo de asesores. Uno de ellos, al entrar a la sala, suelta entre risas la única verdad contundente de la mañana...

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