Empresa/ Con la misma piedra...

AutorAlberto Barranco Chavarría

Air Canadá, la número uno del país de la hoja de arce, compraría a la empresa en problemas, bajo el argumento de que el ahorro de costos, en la magia de las sinergias, permitiría enfrentar la competencia de las gigantes extranjeras.

Una aerolínea bandera frente a la globalización.

El caso es que el contrato incluía la obligación de adquirir el paquete íntegro, es decir, aun las áreas que operaban con visible ineficiencia. Más aún, en afán de preservar la plantilla de empleos, se obligó a la fusionante a no abandonar las rutas de escaso tráfico y a evitar aumentos desproporcionados en sus tarifas.

El caso es que el gigante empezó a declinar rápidamente en la calidad de sus servicios. Del tamaño del alud

de quejas de los usuarios habla la creación por parte del Gobierno del país septentrional de una oficina especial para atender la parafernalia.

Y el caso es que a los pocos meses, en sentido contrario a los compromisos adquiridos, Air Canadá empezó a recortar capacidad, frecuencias, rutas... y personal. En este caso, el global podría llegar en los próximos meses a 10 mil plazas.

Y el caso, más allá, es que ante la aparición de nuevos competidores con ofertas de tarifas más bajas, la empresa aérea empezó a enfrentar insuficiencia de capital y problemas de costos operativos que la plantearon como poco confiable.

De hecho, contra su promesa de cerrar el ejercicio pasado con una utilidad de 286 millones de dólares, la firma alcanzó pérdidas por 82.

En su desesperación, el coloso constituido como aerolínea bandera se atrevió a desafiar las rígidas reglas antitrust de su país, al obstaculizar, vía prácticas depredatorias, el surgimiento de su competidor más peligroso: Canjet, obligando al Gobierno a intervenir enérgicamente.

Cerrados, pues, los caminos, la empresa discute actualmente la posibilidad de relajar al mínimo los compromisos adquiridos, empezando por dividirse en áreas más manejables.

El desastre, pues.

Lo curioso del caso es que de aprobarse a la letra la propuesta de un artículo cuarto bis para la Ley Federal de Competencia Económica, México volaría en idéntica ruta, al institucionalizarse la existencia de Cintra, la controladora de Aeroméxico y Mexicana de Aviación, bajo un esquema de aerolínea bandera... con regulación especial y capital estatal mayoritario.

Nuestro país, pues, tendría la posibilidad de una línea aérea gigante cuyo monopolio alcanzaría el 80 por ciento del mercado nacional... por más que en 29 de las 41 rutas...

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