MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

Jean Cusset, ateo con excepción de cuando la noche del alma es muy oscura, dio un nuevo trago a su martini -con dos aceitunas, como siempre- y prosiguió:

-En el examen de conciencia yo suelo sacar siempre bajas calificaciones. Creo, sin embargo, que Dios es pródigo en segundas oportunidades. Soy terco en la maldad, pero Él es más terco aún en la misericordia. Eso no significa que quiera yo formarme un Dios blandengue, a la medida de mi conveniencia. Significa que no quiero perder nunca la esperanza que tengo en Su infinito amor.

Hago la cuenta de lo que fui en el año que acaba de pasar. El saldo es, como siempre, desfavorable a mí...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR